No siempre la fama es una buena compañera de camino, porque nos hace perder de vista nuestros pies de barro, la fragilidad que se esconde tras la gloria de los éxitos.
El respaldo al proceso de paz y el deseo de consolidación de los acuerdos es un horizonte con el que vale la pena comprometerse, precisamente por eso, la ingenuidad es un lujo que no debe tener cabida.
Javier Valdez es el sexto profesional asesinado en lo que va del año, varios de ellos colaboradores de La Jornada, en medio de una impunidad casi total.