La apuesta solo puede ser por mejorar la democracia. Chile necesita una que contenga a una sociedad molesta con todo tipo de autoridades y también consigo misma.
Invocando el socialismo bolivariano o el socialismo del Siglo XXI, han logrado que en Venezuela se imponga el neoliberalismo más salvaje, es decir, la ley de la oferta y la demanda más despiadada.