Es ahora el momento de conectarse. De darse cuenta que, más allá de los sesgos políticos militantes, hay un país que pone en la Constitución, en nuestro marco normativo, un nuevo sueño.
Nuestra relación con el pasado requiere lealtad crítica con nuestros esenciales constitucionales. Además, la nueva Constitución debe ser un punto de partida, otro hito en nuestra evolución constitucional, abierta al cambio y perfeccionamiento futuro.
Por
Miriam Henríquez Viñas y J. Ignacio Núñez Leiva
La amplia victoria alcanzada por quienes apoyaron a las alternativas ganadoras, no puede hacernos olvidar que lo que nos disponemos a elaborar es un acuerdo integrador: la Convención no puede avizorarse como una constante tensión entre los vencedores y vencidos del plebiscito.
El plebiscito constitucional reciente demuestra que es posible el tránsito de una república a otra nueva sin violencia ni asonadas, sin revoluciones ni guillotinas, sin ruido de sables ni bombardeos.
Si en la política defendemos los intereses de quienes queremos, el vincularse con los postergados de nuestra patria es, quizá, el único camino para dirigir nuestros esfuerzos hacia el bien común.
Entrevista con Radio María. El Arzobispo de Santiago conversó sobre lo que ha marcado la agenda nacional: participación ciudadana en el plebiscito, quema de iglesias, e hizo un llamado al diálogo para construir un Chile más justo y en paz.
En una nueva publicación realizada en diario “La Región”, el Arzobispo de La Serena enfatizó en que “el presente y el porvenir de la patria que tanto amamos nos encuentren comprometidos y corresponsables con ella en primera línea”.
En el texto firmado por el presidente y el secretario general de la Conferencia Episcopal de Chile expresan su cercanía a quienes han sido víctimas de hechos de violencia que contrastan con las expresiones de quienes se han manifestado pacíficamente.