Los resultados del encuentro sobre la Extinción biológica y cómo salvar el ambiente natural del cual depende la humanidad, fueron presentados este jueves en la Sala de Prensa de la Santa Sede. El Workshop que se realizó en la Academia Pontificia de las Ciencias en el Vaticano, inició el 27 de febrero y concluyó el 1º de marzo.
En la conferencia de prensa intervinieron el profesor Werner Arber, premio Nobel de medicina y presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias, y dos académicos de la misma: Peter Hamilton Raven y Partha Sarathi Dasgupta, así como su canciller, Mons. Sánchez Sorondo.
“Estamos convencidos de que —señaló Mons. Sánchez Sorondo— la actividad humana con elementos fósiles, principalmente el petróleo y el carbón, acaban produciendo calentamiento global, alterando el ciclo del agua y produciendo la extinción de la biodiversidad”. Añadió que las actividades de este tipo son realizadas principalmente por los países industrializados, y todos sienten estos cambios, pero los sufren especialmente las poblaciones más pobres.
Los países industrializados son los principales responsables, y las poblaciones pobres las que tienen que vender sus junglas o bosques a precios ridículos para poder sobrevivir, dijo. Y las soluciones que se proponen —indicó Mons. Sánchez Sorondo— son: “el cambio hacia una energía limpia, nuevas técnicas agrícolas, nuevas ‘ciudades inteligentes’, pequeñas y autosuficientes en energía”.
Pero no solo para las nuevas urbanizaciones, porque “hay ciudades antiguas como New Orleans que están realizando cambios importantes”, y estas “ciudades inteligentes” le permiten “vivir mejor también a las periferias”.
Es necesario en un cuadro más global —explicó el canciller—, la erradicación total de la pobreza, causa directa o indirecta de esta situación, “no solamente porque lo necesita la vida humana, sino para vivir también gracias a la biodiversidad”.
Sobre la población —aseguró—, la mejor forma de progresar es la existencia de familia en el sentido cristiano, y subrayó que “la carbonización del aire no es a causa de la cantidad de población, sino por la actividad humana que usa materiales fósiles”.
Por su parte, el profesor Werner Arber, premio Nobel, consideró de gran importancia iniciar este cambio, no solo a medio término, sino también pensando en los próximos siglos, y educando las poblaciones desde ahora para eso.
— Texto final del seminario: “Extinción biológica. Como salvar el ambiente natural del que dependemos” – Comunicado de la Academia Pontificia de las Ciencias.
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Fuente: https://es.zenit.org