Tras seis días en la Ucrania devastada por las bombas, donde al menos 5 millones de personas se han quedado sin hogar y otros 6 millones han tenido que huir a través de la frontera, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados llegó a Italia para abordar el complejo expediente de los flujos migratorios a través del Mediterráneo. Tras entrevistarse con el Presidente de la República, Sergio Mattarella, Filippo Grandi se reunió con los dirigentes del Gobierno italiano, inmersos en un áspero enfrentamiento con la Unión Europea en materia de inmigración y en plena polémica por el papel de las organizaciones no gubernamentales en la búsqueda y rescate en el mar.

LA AUDIENCIA CON EL PAPA FRANCISCO

El lunes por la mañana, la audiencia en el Vaticano con el Papa Francisco y los responsables de la Secretaría de Estado. Un encuentro que tuvo lugar precisamente en la inminencia del 40º viaje apostólico a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur. Dos países que atraviesan profundas y graves crisis políticas y sociales, con dramáticas consecuencias humanitarias, pero también dos Estados que cuentan dentro de sus fronteras con un número incalculable de refugiados y desplazados, a menudo huyendo de conflictos en países vecinos. El responsable de ACNUR —en declaraciones a Radio Vaticano— no duda de que la voz del Papa Francisco en el contexto africano es de fundamental importancia.

CONFLICTOS QUE ALIMENTAN LA CRISIS DE LOS REFUGIADOS

“En los últimos 30 años, la violencia contra los civiles, especialmente contra las mujeres, ha sido terrible”, explica el Alto Comisionado de la ONU, “por lo que espero que la voz del Papa pueda recordar al mundo que es importante apoyar las respuestas humanitarias a estas crisis”. Los intentos de iniciar procesos de paz han sido tímidos e improductivos, y sin duda la presión creada por una presencia tan masiva de refugiados de toda África ha sido un elemento más de tensión. “Son situaciones muy complejas en las que el papel de las personas que huyen a veces también influye en el conflicto y los refugiados se encuentran en cierto modo entre dos fuegos”.

“En los últimos 30 años, la violencia contra los civiles, especialmente contra las mujeres, ha sido terrible”.

LA “FORTALEZA” EUROPA

Para comprender el efecto de los conflictos y las situaciones de crisis en el exorbitante número de refugiados en el mundo, basta con observar lo que está ocurriendo en Ucrania. En solo un año de guerra, al menos 7 millones de personas han encontrado refugio en el extranjero y 5 millones son desplazados internos. Una crisis humanitaria que ha suscitado la solidaridad inmediata de la Unión Europea, que ha adoptado el instrumento de protección temporal en favor de los refugiados ucranianos. Una medida que Filippo Grandi considera no solo muy positiva, sino también un modelo para futuras intervenciones. “Si en Europa hemos conseguido acoger tan bien a los refugiados ucranianos, podemos hacer lo mismo con otros, porque aunque pueda haber retos más complejos en la integración y acogida de otros grupos, no se puede generar tratos discriminatorios o diferenciales, así que apliquemos estas prácticas también a otros grupos y creo que progresaremos en la acogida”.

ONG Y RESCATES EN EL MAR

Mientras en Europa se debate acaloradamente sobre cuestiones de acogida de inmigrantes, en particular sobre la distribución del número de refugiados por Estados miembros, arrecia la polémica sobre el papel de las organizaciones no gubernamentales en las operaciones de búsqueda y rescate de inmigrantes en el Mediterráneo. “La sociedad civil es un complemento importantísimo de la acción gubernamental —explica Filippo Grandi—. Por mucho que la Guardia Costera italiana haga un excelente trabajo de rescate, los recursos que Europa destina a estas operaciones no son suficientes, por lo que la sociedad civil suple estas carencias, no cabe duda. Y esta acción debe ser defendida y apoyada”.

Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.