Ante Dios nos encontramos todos con las manos vacías, pero esperando en su misericordia, explica el Papa en Catequesis

No existe ninguna persona, por muy mala que haya sido en su vida, a la que Dios le niegue su gracia si se arrepiente.

La última Catequesis sobre la esperanza cristiana, el 25 de octubre de 2016, Francisco la dedicó al paraíso como meta de nuestra esperanza.

El ejemplo fue el del buen ladrón que, al pedir a Jesús “acuérdate de mí cuando entres en tu Reino”, pone en labios de Jesús la palabra “paraíso”, como una de las últimas pronunciadas por Jesús: “Te aseguro que hoy estarás en el paraíso”.

Francisco explicó que el así llamado buen ladrón, “no tiene obras buenas para ofrecerle, pero se confía a él”. Y dijo que “esa palabra de humilde arrepentimiento ha sido suficiente para tocar el corazón de Jesús”.

Para afirmar que “el buen ladrón nos recuerda nuestra verdadera condición ante Dios: que somos sus hijos y que él viene a nuestro encuentro, teniendo compasión de nosotros. No existe ninguna persona, por muy mala que haya sido en su vida, a la que Dios le niegue su gracia si se arrepiente. Ante Dios nos encontramos todos con las manos vacías, pero esperando en su misericordia”.

El Papa animó “a poner siempre la confianza en el Señor, pidiendo que en el último momento de nuestra vida también se acuerde de nosotros y abra para nosotros las puertas del Paraíso”.

_____________________
Fuente: http://es.radiovaticana.va

ARTÍCULOS RELACIONADOS

logo

Suscríbete a Revista Mensaje y accede a todos nuestros contenidos

Shopping cart0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0