El pensamiento unidimensional genera ideas polarizadas. Quizás si aprendemos a mirar con más perspectiva, puede que descubramos que algunas posiciones aparentemente lejanas no lo sean tanto.
Hayamos estudiado Bellas Artes o Física, todos hemos aprendido que vivimos en un espacio de tres dimensiones. Sin embargo, en torno al siglo XIX, algunos matemáticos empezaron a experimentar con la idea de espacios con un número mayor de dimensiones. Esta idea acabó siendo muy fecunda para abordar problemas complejos que aparecerían en la ciencia durante el siglo XX como la relatividad y la mecánica cuántica.
Para explicar este concepto, el escritor Edwin A. Abbott escribió Planilandia (Flatland), un cuento sobre unos seres que viven en un espacio plano (de dos dimensiones). Siguiendo esta metáfora, podríamos imaginar incluso Linealandia, un mundo de una sola dimensión, cuyos habitantes serían como gusanitos moviéndose por un hilo de seda. Para estos habitantes, un rasgo fundamental de su vida sería saber si se mueven en una dirección o en la otra, derecha o izquierda, norte o sur, o como se llamase.
Volviendo a nuestro mundo, en no pocas conversaciones, llama la atención que todo parece reducirse a izquierdas o derechas, carcas o progres, o cualquier otro par de etiquetas complementarias. Pero si nos paramos a pensarlo, no llegaremos muy lejos intentando encajar todo en estas categorías. Nuestro espacio físico tiene tres dimensiones, y aunque no sean dimensiones matemáticas, podríamos decir que la vida humana tiene muchas más. Una sola dimensión es claramente insuficiente para orientarnos en ella.
Nuestro espacio físico tiene tres dimensiones, y aunque no sean dimensiones matemáticas, podríamos decir que la vida humana tiene muchas más.
Nuestra mente funciona buscando regularidades, abstrayendo y simplificando, porque es una forma de abordar la realidad compleja. Pero debemos ser precavidos con la tentación de simplificar demasiado. El pensamiento unidimensional genera ideas polarizadas. Quizás si aprendemos a mirar con más perspectiva, puede que descubramos que algunas posiciones aparentemente lejanas no lo sean tanto, y que encontremos soluciones a nuestros conflictos que de otra forma no podíamos imaginar.
Fuente: https://pastoralsj.org / Imagen: Pexels.