Comienza la investigación de la ONU por lo sucedido en El Fasher

La investigación sobre las violencias fue decidida por el Consejo de Derechos Humanos, reunido esta semana para discutir la guerra en Sudán. Testimonios sobre el terreno hablan también de violencias de base étnica y violaciones, atribuidas a los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido, que conquistaron la capital del Norte de Darfur el pasado 26 de octubre.

Una investigación «urgente» sobre asesinatos y otras violaciones de los derechos humanos en la ciudad de El Fasher, atribuidas a los paramilitares de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), en guerra desde el 15 de abril de 2023 contra el ejército de Jartum.

Esto es lo que decidió el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, reunido esta semana en Ginebra en una sesión especial dedicada a Sudán, ordenando a la misión investigadora —ya en funciones— que trate de identificar a los responsables de las atrocidades denunciadas en la capital del Norte de Darfur, que cayó en manos de los paramilitares el pasado 26 de octubre tras 18 meses de asedio. La resolución aprobada el viernes establece una investigación sobre las violaciones del derecho internacional cometidas por todas las partes beligerantes en El Fasher, con el llamamiento a «identificar, cuando sea posible», a los presuntos autores para garantizar que «rindan cuentas por sus acciones».

EJECUCIONES POR MOTIVOS ÉTNICOS Y VIOLENCIAS SEXUALES

«Las atrocidades que se están produciendo en El Fasher eran previsibles y evitables, pero no se han evitado. Constituyen los crímenes más graves», afirmó el Alto Comisionado Volker Türk. El Consejo de Derechos Humanos se detuvo especialmente en la devastación, el mes pasado, del hospital saudí de la ciudad, que causó más de 450 víctimas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De acuerdo con los testimonios recogidos sobre el terreno, entre trabajadores humanitarios y residentes desplazados, los milicianos habrían irrumpido casa por casa, matando civiles y cometiendo violencias de todo tipo. Türk habló de «matanzas masivas de civiles, ejecuciones selectivas por motivos étnicos, violencias sexuales, incluidos violaciones grupales, secuestros con fines de extorsión, detenciones arbitrarias generalizadas, ataques a centros de salud, personal médico y trabajadores humanitarios, y otras atrocidades».

De acuerdo con los testimonios recogidos sobre el terreno, entre trabajadores humanitarios y residentes desplazados, los milicianos habrían irrumpido casa por casa, matando civiles y cometiendo violencias de todo tipo.

DOS AÑOS Y MEDIO DE GUERRA

Mientras el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha previsto un aumento de la ayuda para asistir a las miles de personas que huyen de El Fasher y buscan refugio en diferentes localidades, incluido el abarrotado campo de desplazados de Al-Dabbah, un balance parcial de los más de dos años y medio de conflicto elaborado por la OMS habla de al menos 40.000 víctimas, con 13 millones de desplazados registrados por Naciones Unidas.

La grave inseguridad sigue afectando también a otras zonas. El Consejo de Seguridad de la ONU, en las últimas horas en Nueva York, ha renovado hasta noviembre de 2026 la misión de mantenimiento de la paz para la región de Abyei, rica en petróleo y disputada entre Sudán y Sudán del Sur: las Naciones Unidas han expresado preocupación por la presencia en el área —que debería estar desmilitarizada— tanto de fuerzas sudsudanesas como de los paramilitares de las RSF.


Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.

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