COP27: Un fondo para los daños causados por el cambio climático

La asamblea plenaria de la COP27 en Sharm el-Sheikh terminó con la decisión de establecer “un fondo de compensación de pérdidas y daños por el cambio climático”. Se trata de un nuevo compromiso que puede llevarse a cabo con un proyecto concreto que se presentará en la próxima COP28 de 2023. Un Comité transitorio “ad hoc” trabajará en ello.

La asamblea plenaria de la COP27 en Sharm el-Sheikh decidió la creación de un fondo de compensación de pérdidas y daños por el cambio climático. Un Comité transitorio deberá preparar un proyecto que se presentará en la próxima COP28 de 2023 para la puesta en marcha del fondo. Además, se prevé un sistema de alerta temprana de fenómenos meteorológicos extremos en todos los países del mundo. Con la publicación del documento final, redactado por los delegados de los 198 países participantes, los trabajos de la COP27 en Egipto llegaron a su fin.

“Esto no es caridad, sino una inversión en el futuro y en la justicia climática. Seguiremos apoyando el proceso. Esta es la década decisiva para nosotros”.

Así lo afirmó en la sesión plenaria de clausura de la COP27 la ministra del Clima de Pakistán, Sherry Rehman, en nombre de todo el grupo G77+China. El Papa, por su parte, ha hecho fuertes llamamientos para abordar la cuestión del cambio climático teniendo en cuenta el futuro de las nuevas generaciones.

LUCES Y SOMBRAS

No solo se contempla por primera vez un fondo para los países más vulnerables afectados por las pérdidas y daños debidos al cambio climático, sino que la COP27 reconoce el papel fundamental de los jóvenes, las mujeres y las comunidades indígenas en la lucha contra la crisis climática. Además, cabe destacar que se ha debilitado la protección de los océanos y los bosques, eliminando las reuniones de alto nivel que estaban previstas para el 2023, y que no hay compromisos sobre los combustibles fósiles.

SE MANTIENE EL OBJETIVO DE UN CALENTAMIENTO GLOBAL DE 1,5 GRADOS

El documento final aprobado en la COP27 de Sharm el-Sheikh guarda el objetivo de mantener el calentamiento global dentro de 1,5 grados respecto de los niveles preindustriales, el mayor logro de la COP26 de Glasgow del año pasado. Subraya la importancia de la transición a las energías renovables y pide que se eliminen las subvenciones a los combustibles fósiles. Pero el documento solo aboga por la reducción de la producción de electricidad a base de carbón con emisiones no disminuidas, no por su eliminación. Sobre todo, no se pronuncia sobre la reducción o eliminación del uso de combustibles fósiles, como habían pedido varios países.

La COP27 reconoce que, para mantener el objetivo de 1,5 grados, es necesario reducir las emisiones en un 43% hasta el 2030 con respecto al 2019. Sin embargo, con los actuales compromisos de descarbonización, el recorte de emisiones solo sería del 0,3% en el 2030 con respecto al 2019. Por ello, se insta a los Estados que aún no han actualizado sus objetivos de descarbonización a que lo hagan antes del 2023. “Esta COP aporta un buen resultado en cuanto a pérdidas y daños, pero se podría haber hecho mucho más en cuanto a dejar los combustibles fósiles”, comentó a los periodistas el ecologista indio Harjeet Singh.

La COP27 reconoce que, para mantener el objetivo de 1,5 grados, es necesario reducir las emisiones en un 43% hasta el 2030 con respecto al 2019. Sin embargo, con los actuales compromisos de descarbonización, el recorte de emisiones solo sería del 0,3% en el 2030 con respecto al 2019.

ENTRE EL FONDO Y LAS INVERSIONES

En cuanto a la adaptación al calentamiento global, el documento aboga por aumentar las aportaciones económicas y estudiar la posibilidad de duplicarlas (en Glasgow se habló directamente de duplicarlas). La COP27 considera que para alcanzar las emisiones netas cero en el 2050, es necesario invertir hasta el 2030 cuatro billones de dólares al año en energías renovables y otros cuatro o seis billones de dólares en la economía basada en las emisiones.

El documento señala “con gran preocupación” que aún no se ha creado el fondo de cien billones anuales a partir del 2020 previsto en el Acuerdo de París para ayudar a los países menos desarrollados en las políticas climáticas. Según las previsiones, esto no ocurrirá hasta el 2023. El flujo de financiación climática para los países en desarrollo en el periodo 2019-2020 fue de 803 billones, entre el 31% y el 32% de lo que se necesita para mantener los objetivos de 1,5 o 2 grados.


Fuente: www.vaticannews.va / Imagen: FreeImages.

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