Se mantiene el reclamo para que las superioras puedan votar el documento final.
En el segundo día de trabajo en círculos menores, la cuestión de la participación de la mujer en el Sínodo emergió con una definición clara y fuerte: el clima de trabajo entre las 35 mujeres y los obispos y cardenales es inmejorable, más allá de que se mantiene el reclamo para que las superioras religiosas puedan finalmente ser admitidas como votantes para el documento final.
“Hay una atmósfera muy abierta para las hermanas y religiosas, somos muy aceptadas en el grupo, no hay actitud clerical, hay mucha libertad de discurso”, planteó este viernes la hermana Birgit Weiler, de la Congregación de las Hermanas Misioneras Médicas, en el tradicional encuentro con la prensa del mediodía.
CÓMO NOS SENTIMOS LAS MUJERES EN LA IGLESIA
“Y es hermoso que podamos hablar sobre cómo nos sentimos las mujeres en la Iglesia. Somos una comunidad de hermanas y hermanos tratando de vivir juntos lo que el espíritu quiere decirle hoy a la Iglesia”, calificó Weiler, sobre las primeras sesiones de trabajo en los círculos.
“Ciertamente, escuché de muchas otras mujeres que participan de otros círculos menores que hay una atmósfera abierta. Es hermoso que, desde el primer día, entre obispos y cardenales, vi un gran número que realmente nos entendieron, cómo discernimos juntos y podemos hablar de cómo nos sentimos”, agregó la religiosa.
Además, no ocultó que se encontró con una gran recepción entre los padres sinodales al reclamo para que las mujeres puedan ejercer su voto el sábado 26, cuando se decida el documento final: “Fue un punto fuerte, incluso por obispos, el tema del reconocimiento, que caminar juntos en forma sinodal significa decidir todos también”.
“Esperamos ser invitadas para asumir posiciones de liderazgo. Se reconoce en el Instrumentum Laboris que prácticamente la mayor presencia pastoral está liderada por mujeres en la Amazonía. Pero no es solo el trabajo que hacemos, sino que seamos aceptadas en lugares de liderazgo, de cómo trabajamos juntos. Es un signo de nuestros tiempos que las mujeres irán creciendo”.
La religiosa destacó además la figura del Papa Francisco por abrir la participación, récord este año, a las 35 mujeres que forman parte del elenco de participantes.
“Estoy muy agradecida al Papa Francisco por los pasos que está dando, somos 35 mujeres en el Sínodo, y es un paso adelante significativo”, agregó.
PECADOS ECOLÓGICOS
Durante el encuentro con la prensa, el arzobispo de Palmas (Brasil), monseñor Pedro Brito Guimarâes, aseguró que “no podemos relativizar la cuestión del medio ambiente. Debemos mencionar los pecados ecológicos que también son algo nuevo para la Iglesia. Debemos comenzar a confesarlos”.
“Muchas veces los indígenas están aislados porque se ven obligados a huir. Se defienden escondiéndose en el bosque. A menudo se enferman. Debemos respetarlos. Son personas frágiles”, planteó en esa dirección.
Además, consultado sobre el alejamiento de fieles católicos hacia Iglesias evangélicas, el arzobispo brasileño consideró que “este fenómeno del cambio de religión está muy extendido y uno de los motivos es la falta de acogida”.
A modo de autocrítica, agregó que “a menudo los vacíos son ocupados por otros allí donde nosotros no podemos llegar”.
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Fuente: www.religiondigital.org