El Factor Humano que sustenta al PACE

El programa que busca favorecer el ingreso a la educación superior a jóvenes de buen rendimiento escolar y de sectores de altos índices de vulnerabilidad está en su quinto año de aplicación formal en establecimientos educacionales. Sus resultados demuestran que está teniendo un positivo impacto especialmente en las comunidades escolares de menores recursos, así como en los entornos familiares de los alumnos(*).

Desde comienzo de los años noventa en nuestro país se ha ido reuniendo sólida evidencia en cuanto a que los buenos estudiantes en la etapa escolar tienen una altísima probabilidad de ser también muy buenos estudiantes en la educación superior, si desean ingresar a ella. Sin embargo, muchas veces sus entornos de vulnerabilidad les impiden seguir ese camino y se frustran tales expectativas.

En ese sentido, quienes estamos involucrados en la educación, tenemos el deber de desarmar pieza a pieza los muros que impiden que hermanos nuestros tengan oportunidades de desarrollar sus proyectos de vida. Las herramientas las podemos construir desde la fe y la razón (Gaudium et spes, 36). En 1991 me contacté con la profesora Erika Himmel, quien había realizado importantes aportes en la construcción de la Prueba de Aptitud Académica, PAA. Ella me ilustró fundadamente acerca de cómo los mejores estudiantes de cualquier colegio continúan siéndolo en la universidad, si es que acceden. Actualmente, muchos hemos observado que los alumnos que egresan con los promedios de nota más altos tienen mayor motivación, facilidad y gusto por el estudio. Aprovechan al máximo las oportunidades de aprendizaje que encuentran en sus contextos y es por ello que decimos que tienen mayor talento académico, aun cuando comprendemos que tal afirmación es una simplificación del complejo concepto de «talento».

Debemos destacar nuestra convicción de que los talentos —incluidos los académicos— están igualmente distribuidos entre ricos y pobres en todas las etnias y culturas. En todos los establecimientos estudian jóvenes con talento académico, indistintamente sea la categoría de sus directivos o académicos. Aun así, para la selección universitaria en Chile se ha aplicado la PAA (desde 1967) y la PSU (desde comienzos del siglo XXI), pruebas cuyo mayor problema es que reflejan las diferencias de oportunidades de aprendizaje que rodean a los estudiantes en sus respectivos contextos. Por ejemplo, este año la diferencia promedio en la PSU (Lenguaje y Matemáticas), entre los establecimientos con Índice de Vulnerabilidad Educacional (IVE-SINAE(1)) 90% y 10% fue de 179 puntos. En otras palabras: 179 puntos es la brecha PSU entre ricos y pobres. Esto ocurre porque la cobertura curricular es menor en los liceos de mayor vulnerabilidad.

DEL PASADO Y PRESENTE DEL PACE

El Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE) aprovecha los aprendizajes de (a) la bonificación que ofreció la Universidad de Santiago de Chile (USACH) entre los años 1991 y 2004(2) a los estudiantes(3) Top15%, de la promoción(4) que rendían la PAA; (b) los cupos supernumerarios que desde el 2006 benefician a los estudiantes Top10% egresados de establecimientos municipales y subvencionados; y, (c) la red de dieciséis universidades con Propedéuticos–UNESCO que no piden un mínimo de PSU a estudiantes Top10%.

El PACE, así como los Propedéuticos-UNESCO, garantizan el acceso directo(5) a estudiantes Top15% egresados de establecimientos de altos IVE-SINAE (mayor a 65%), para lo cual los acompaña durante (i) III y IV Medio, (ii) el proceso de postulación a las universidades, y (iii) los tres primeros semestres de estudios superiores. El acompañamiento es principalmente en Matemática, Lenguaje y Orientación vocacional.

Los números en que se han incorporado establecimientos al programa PACE ha sido variable. La selección de los primeros de ellos, que fueron 69 el año 2014, se hizo considerando los liceos con IVE-SINAE superior a 65% que ya tenían Propedéuticos-UNESCO de las cinco universidades piloto(6). La selección de los 286 liceos incorporados el 2015 se hizo procurando que todas las comunas del territorio nacional tuvieran al menos un liceo PACE, seleccionando en cada una de ellas al establecimiento municipal o subvencionado que tuviera el más alto IVE-P1-P2(7). La elección de los cien liceos incorporados el 2016 se hizo con un programa selección aleatoria con fines de investigación. En tanto, el 2018 los 119 nuevos liceos se seleccionaron entre los establecimientos públicos de mayor IVE-SINAE y con matrícula en comunas de menor cobertura PACE; adicionalmente se procuró la incorporación de liceos de los Servicios Locales de Educación (SLE).

Obedeciendo estos criterios, el año 2018 Chile cuenta con 574 colegios PACE, cuyo IVE-SINEA promedio es 85%(8). Todas las universidades adscritas al CRUCH, más las universidades Alberto Hurtado y Cardenal Silva Henríquez, y el DUOC-UC y el CEDUC-UCN ofrecen cupos PACE. Ningún año la selección de establecimientos consideró, en ningún sentido, la adscripción política de los Alcaldes de las comunas cubiertas.

EXPECTATIVAS GENERADAS POR EL PACE Y SUS CONSECUENCIAS

Las expectativas de los profesores de que sus estudiantes ingresarían a la universidad crecieron desde 26% a 88% tras la llegada del PACE en los 69 primeros colegios y desde 59% a 66%(9) entre los estudiantes. En correspondencia con lo anterior la tasa de retención en el periodo 2014-2016 en los 456 colegios ingresados en esos años al PACE es alrededor de un 4% superior al del grupo de comparación por IVE SINAE y Comuna (grupo control). Este efecto es significativamente mayor en los establecimientos educacionales rurales que urbanos. Los primeros resultados indican que el cambio de expectativas fue acertado pues: (a) el acceso a la Educación superior de los 69 liceos de la etapa piloto creció 2% a 14% entre los años 2013 y 2016; (b) en cinco Establecimientos PACE acompañados por la USACH desde el 2014, el 33% de los estudiantes reportaron no haber faltado a clases por motivos de salud en los tres meses anteriores a la consulta(10) frente al 23% en los liceos sin PACE del grupo control(11); (c) en la muestra anterior, el 4,7% y 8,3% de las estudiantes de los liceos con y sin PACE, respectivamente, reportaron haber estado embarazadas el año anterior a la consulta.

Tales estudios y observaciones son auspiciosos/as. Sin embargo, es necesario aun aumentar la cobertura territorial y temporal de las muestras, para que así todo estudiante pueda acceder y realizar su proyecto de vida en la educación superior (si lo desea) independientemente del establecimiento que estudió, por muy lejano, rural, o vulnerable que sea. Al igual que en las experiencias precursoras del PACE, los indicadores de desempeño académico en la universidad de los estudiantes ingresados por esta vía son indistinguibles o superiores a los de aquellos ingresados vía PSU. Los buenos resultados se han logrado tanto porque los estudiantes PACE son «talentosos» como porque las universidades les ofrecieron programas de nivelación adecuados. Un hecho particularmente relevante es que los que estudiantes egresados de los once liceos Bicentenario que cuentan también con programas PACE obtuvieron en promedio 40 puntos más en la PSU que aquellos que solo tenían uno de ambos programas. Esto corresponde a la sinergia de dos buenas políticas públicas implementadas por diferentes gobiernos.

DE LOS PRÓXIMOS APORTES DEL PACE

En resumen, el programa PACE y sus predecesores permiten que más estudiantes con talento académico destacado puedan desarrollar plenamente sus proyectos de vida, con independencia de su sexo y raíces sociales, culturales y étnicas. Así, Chile es hoy un país más justo, cohesionado y reconciliado.

El aporte a la equidad e inclusión de estos jóvenes en la educación superior, no solo traspasa sus propias historias de vida, sino que es un aporte a la calidad y la valoración de las comunidades educativas en que se ha implementado, especialmente por el aumento de expectativas de todos los actores (estudiantes, profesores, directores, padres, apoderados), independientes al contexto en que se encuentren. Por todo lo anterior, creemos que sería óptimo que los trescientos liceos Bicentenario programados para el nuevo periodo presidencial contaran con el Programa PACE, aprovechando al máximo los aportes de ambas políticas públicas. MSJ

(*) Este autor expresa sus agradecimientos a decenas de personas que durante años han hecho posible la buena noticia del PACE, aunque de un modo especial a la Magister Karla Moreno M. Directora ejecutiva del PACE-USACh por su aporte en la corrección de este documento.
(1) El IVE-SINAE es un indicador de la vulnerabilidad de los establecimientos municipales y subvencionados elaborado por el «Sistema Nacional de Asignación con Equidad», dependiente de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, JUNAEB.
(2) El año 2004 el Consejo de Rectores prohibió todo tipo de bonificaciones, incluida esta.
(3) Egresados de establecimientos educacionales pagados, subvencionados y municipales.
(4) «De la promoción» se refiere a quienes rindieron la PSU el mismo año en que egresaron de la educación media.
(5) Directo, porque los estudiantes Top 15% son eximidos de los resultados de la PSU, aunque deben rendirla.
(6) Universidad Austral, Universidad Católica del Norte, Universidad de Santiago, Universidad Técnica Federico Santa María y Universidad Católica de Temuco.
(7) Porcentaje (o tanto por uno) de estudiantes en primera y segunda prioridad de vulnerabilidad de cada liceo.
(8) Tienen una matrícula total de 94 mil estudiantes en III y IV Medio, que viven en las quince regiones y en 311 comunas (equivalen al 95% de las comunas que tienen educación media). De esos 574 establecimientos, 16 resultaron ser subvencionados y 558 municipales. Hay 256 polivalentes, 182 de carácter técnico profesional y 134 científico humanista. Hay 71 rurales y 503 urbanos. Once Liceos PACE son también Bicentenarios de Excelencia.
(9) PNUD. «Estudio de seguimiento a la implementación del programa de acompañamiento y acceso efectivo (PACE)», Informe final preliminar, enero de 2015.
(10) Primer semestre 2017.
(11) Informe Final Equipo Consultor PAIEP, 2017. «PACE USACH y la salud de los estudiantes de establecimientos educacionales con alto índice de vulnerabilidad».

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