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Un concurso de microcuentos escritos por alumnos y exalumnos fue actividad central en la celebración y reconocimiento a su aporte en la formación y capacitación de los trabajadores.
Corría el año 1984, se iniciaba el verano y se preveía que sería caluroso, y no solo en lo climático. La situación económica, política y social del país estaba álgida. La crisis económica se extendía ya por años, surgían las manifestaciones públicas contra la dictadura militar y las políticas implementadas en el ámbito de la Educación sacudían no solo a estudiantes y profesores, sino también a los actores políticos.
Es en este ambiente que, a fines de octubre de ese año, surge un nuevo proyecto de la Compañía de Jesús. Mientras en el país entraba en marcha el sistema de universidades privadas, los jesuitas decidían tomar parte en el proceso, pero en favor de los más desposeídos. Es así como nace INFOCAP, con el lema «la Universidad del Trabajador»: pretendía crear instancias de formación y capacitación para los más vulnerables, aquellos que no tenían posibilidad de acceder a estudios formales y que enfrentaban la precariedad laboral.
«Eran tiempos difíciles. Estaban como temas de discusión pública los efectos de la crisis en las familias, el aumento del desempleo. Incluso había noticias que indicaban que cinco millones de chilenos que sufrían de hambre. Es en ese contexto que surge la idea de jugársela por los trabajadores, siempre en la senda que san Alberto Hurtado abrió con su vocación por los y las trabajadoras», explica el actual capellán de INFOCAP, Andrés Lira S.J.
De lo anterior ya han pasado cuarenta años, y hoy INFOCAP cuenta con dos sedes en Santiago y Concepción. En el caso de la Región Metropolitana, su sede se trasladó desde Estación Central a San Joaquín. Cuenta con cerca de 13 mil metros cuadrados de infraestructura; tiene más de 40 mil egresados en todo este tiempo y suma a su oferta de capacitaciones en oficios, un Colegio que imparte nivelación escolar para quienes no pudieron completar su escolaridad, entre otros muchos avances.
Según explica Gloria Montecinos, actual directora ejecutiva de INFOCAP, «nuestra institución ha ido creciendo y transformándose, igual como lo ha hecho el país. Hoy somos una institución con un prestigio bien ganado. Tenemos un trabajo intenso con instituciones públicas, como el SENCE y algunos gobiernos regionales, que da cuenta de la calidad y reconocimiento que hemos alcanzado en todos estos años. Así, estamos muy orgullosos del trabajo realizado y muy esperanzados en que seguiremos siendo una alternativa válida para cumplir los sueños de aquellos que tienen menos herramientas para salir adelante, como lo propuso San Alberto Hurtado y como lo promueve la Compañía de Jesús».
Según explica Gloria Montecinos, actual directora ejecutiva de INFOCAP, «nuestra institución ha ido creciendo y transformándose, igual como lo ha hecho el país. Hoy somos una institución con un prestigio bien ganado».
Una muestra del impacto que ha tenido INFOCAP en sus estudiantes, fue el concurso de microcuentos desarrollado en octubre pasado y que permitió no solo reconocer la trayectoria de nuestra institución, sino también cómo ha marcado a quienes han pasado por sus aulas.
La ganadora del premio fue Caroline Soto, estudiante del curso de oficio en Peluquería y Tratamiento Capilares, quien, de una forma lúdica y jovial, expone en su obra «La magia de aprender», su particular mirada de la experiencia de aprendizaje que le significó estudiar en INFOCAP.
«Como institución, estamos en un proceso de fortalecimiento que fue iniciado por el director ejecutivo anterior, Danilo Núñez, y que seguiremos implementando en coordinación con el directorio de nuestra Fundación. Sin embargo, fue muy grato para mí reconocer el cariño y la alta valoración que hay en nuestros estudiantes del rol que cumplimos como institución. Son continuos los mensajes de agradecimiento que a través de redes sociales y por otras vías nos hacen llegar exbeneficiarios/as y colaboradores, y esta vez lo pudimos reconocer en las obras ganadoras», expresó Gloria Montecinos.
