Esta novela de Khadra habla sobre atentados y sobre cómo su onda expansiva no solo mata a muchos, sino que destruye a otros, poco a poco.
En estos tiempos violentos en que vivimos, me parece importante analizar, aunque sea someramente, una novela escrita en 2007 por el argelino Yasmina Khadra. Es un libro impresionante y brutal que no ofrece tregua para dejar de leer hasta terminarlo, todo esto con la finalidad de tratar de entender algo sobre el conflicto que viven los habitantes de Israel y Palestina. El título de la novela puede atribuirse, de igual manera, a cualquiera de los grupos políticos responsables de la violencia desatada en cualquier parte del mundo.
El argumento de El atentado versa sobre la vida de un médico árabe-israelí, casado, de buena posición económica que trabaja en el hospital donde un día llegan las víctimas de un acto terrorista. Al poco rato descubre que el terrorista suicida era su esposa. El libro discurre en la búsqueda de razones, que han podido llevar a la mujer a dar un paso semejante. ¿Cómo una mujer moderna, de alto nivel cultural, sin fuertes creencias religiosas, bien integrada en la vida social israelí, ha podido inmolarse tan salvajemente?, pregunta el autor.
La idea central de la obra es la violencia, cruel e insensata en todos los casos, y censurable siempre, venga de gobierno, de la oposición o de otros actores. La violencia solo produce violencia y muertos, aleja cualquier posibilidad de alcanzar la paz e impide el bienestar de los pueblos: causa dolor, mutila, separa, desgarra. Esta es la bandera que despliega el autor, ex militar argelino Mohamed Moulessehoul, camuflado, por razones de persecución política, detrás de un seudónimo femenino: Yasmina Khadra.
Los protagonistas son Amín Jaafari y su esposa Sihem, aunque palestinos, están naturalizados israelíes y viven en Tel Aviv. Él, un respetado cirujano, y ella, una mujer moderna, sin ataduras religiosas e integrada en la vida israelí. A partir del acto terrorista la vida del galeno se convierte en un infierno, intentando encontrar respuestas. Todos, en cierto sentido, sospechan de él, porque es difícil creer que su vida transcurriera al margen de los conflictos.
La novela ahonda en el conflicto entre Israel y Palestina desde la novedosa perspectiva de un hombre de la calle vapuleado por la tragedia. En sus páginas se palpa la desesperación, la crueldad y el intento por entender la barbarie. El médico es un personaje con el que se puede conectar de inmediato porque su único propósito es conocer las razones que han llevado a su mujer a inmolarse. Y lo que él no entiende es lo mismo que no comprende más de media humanidad. Se inicia, entonces, una búsqueda dolorosa y agónica, tanto en el cómic como en los lectores.
Esta novela de Khadra habla sobre atentados y sobre cómo su onda expansiva no solo mata a muchos, sino que destruye a otros, poco a poco. A aquellos que no entienden ni aceptan la violencia, a los que no quieren resignarse, a los que se niegan a tomar posición e ir a la guerra, a quienes asisten a la degradación física y mental del protagonista, que vuelve a su Palestina natal para encontrarse con su familia y con líderes religiosos radicales. Al leer el relato queda la sensación de estar presenciando la degradación acelerada de la raza humana, por culpa de la incapacidad para convivir y la de no asombrarse ante la muerte y destrucción.
La lectura de El atentado desgasta porque uno también se implica en la búsqueda de los porqués y por momentos se tiene la sensación de estar viviendo el mismo proceso de desesperanza que el protagonista, en el intento por comprender el conflicto entre israelíes y palestinos, pero también el de otros países que viven en un clima de violencia permanente.
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Fuente: http://revistasic.gumilla.org