El Evangelio que anunciamos las mujeres. «El amor de Dios»

Recordemos siempre que Dios no nos pide que demos nuestra vida, nos pide fidelidad, lealtad, que ayudemos a quienes tienen necesidad.

Domingo, 10 de marzo de 2024
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, según San Juan 3, 14-21.

Dijo Jesús:

De la misma manera que Moisés levantó en alto la serpiente en el desierto, también es necesario que el Hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan Vida eterna.

Sí, Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único para que todo el que cree en él no muera, sino que tenga Vida eterna.

Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

El que cree en él, no es condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre del Hijo único de Dios.

En esto consiste el juicio: la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron las tinieblas a la luz, porque sus obras eran malas.

Todo el que obra mal odia la luz y no se acerca a ella, por temor de que sus obras sean descubiertas.

En cambio, el que obra conforme a la verdad se acerca a la luz, para que se ponga de manifiesto que sus obras han sido hechas en Dios.

El evangelio de hoy me invita a hacernos la pregunta:

¿Por qué Dios envía a su hijo a vivir entre los seres humanos?

Dios nos ama tanto, que al reconocer que no hemos sido capaces de vivir en armonía, a pesar de su gran amor expresado históricamente en el acompañamiento al pueblo elegido para que lograra su liberación de la esclavitud, de la injusticia y de la opresión, como nos relata el Antiguo Testamento, ha enviado a vivir entre su pueblo a su querido Hijo Jesús, que nació de una humilde mujer llamada María y de su padre adoptivo José; no lo envió para juzgarnos sino para enseñarnos de su Padre, que nadie ha visto porque es un espíritu. Nos enseñó cómo relacionarnos con Dios, así como Él lo hacía, cómo relacionarnos entre nosotras y nosotros, nos enseñó a orar, a respetar la Ley en todo lo que nos ayude a crecer en la fe, para que desarrollemos todo nuestro potencial, nuestras virtudes y talentos recibidos, para ponernos a disposición de las demás personas, para contagiarnos, para reflejar esas enseñanzas y la Luz de su Amor, por eso decimos que no vino a condenarnos, sino a salvarnos.

Dios nos regala la fe, pero al mismo tiempo, haciendo uso de nuestra libertad, quiere que seamos capaces de elegir si creer o no. Si escogemos la fe, Él verá la forma de salvarnos y darnos la vida eterna, en caso contrario, si decidimos no poner nuestra fe en Dios nos condenamos, por propia decisión, a vivir sin el Amor de Dios eternamente.

Dios nos regala la fe, pero al mismo tiempo, haciendo uso de nuestra libertad, quiere que seamos capaces de elegir si creer o no.

Como seguidoras y seguidores de Jesús que anunciamos su palabra, se nos ofrece vida eterna, un proceso en el cual debemos reconocer y ser conscientes de nuestras fortalezas y debilidades, y asumir nuestras faltas, con la certeza que recibiremos el perdón y la salvación.

Dios quiere que vivamos en su Amor, pero si optamos por vivir sin este gran Amor, no nos abandona de su corazón misericordioso, siempre abre un camino para que podamos regresar.

Recordemos siempre que Dios no nos pide que demos nuestra vida, nos pide fidelidad, lealtad, que ayudemos a quienes tienen necesidad, que valoremos el contexto que nos regaló. Si miramos a nuestro alrededor, hay muchas oportunidades de ayudar a las personas que nos necesitan, ya sea que estén pasando por momentos difíciles de dolor, de sufrimiento del alma y/o del cuerpo, enfermedades u otras carencias, y puede que no se les ocurra pedir nuestro apoyo, por lo que debemos ponernos en acción y solicitar a la Ruah, espíritu de Dios, que nos ilumine para poder actuar comprometidamente, de la mejor forma posible para recuperar la dignidad de las personas, defendiendo la justicia social para nuestras hermanas y hermanos más marginados, para lograr la paz en la sociedad y la armonía en la naturaleza y en el mundo que nos rodea.

¿Qué estamos haciendo hoy por las y los necesitados?

¿Qué estamos haciendo hoy para proteger la naturaleza, por nuestra casa común, para vivir en un mundo mejor?


Fuente: Mujeres Iglesia Chile / Imagen: Pexels.

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