Permanecer en el Espíritu de Dios que sigue corriendo, fluyendo dentro de nosotros, envolviéndonos en silencio, seduciéndonos sin trampa, susurrándonos palabras de amor infinito y enseñándonos a mirar el mundo y la vida con ojos nuevos.
Domingo 29 de abril
“Permanecer” (Jn 15, 1-8)
Caminar, salir, marchar, dejar, permanecer, morir… son verbos que hablan de experiencias fundamentales de la existencia.
Hoy el texto que nos presenta San Juan nos trae uno de ellos, planteándolo como idea fuerza. Es un verbo que se repite siete veces durante el relato, un verbo que en estos “líquidos tiempos”, tiempos dónde el cambio impera, puede parecer contracultural, ajeno al momento actual, de bajo valor, hasta sin sentido: es el verbo “Permanecer”.
Permanecer para qué, por qué…
Contemplar la imagen de la frágil unión de sarmientos y vid, nos pone paradójicamente de frente con la fuerza interior que emana del encuentro con las manos de viñador que cuida de manera pendiente, fiel y ocupado que la savia que fluye por la Vid llegue a todos y cada uno de los sarmientos que se han hecho disponibles a recibir el milagro y la fuerza de esta.
Podríamos reconocer en este ejercicio vital nuestra propia disposición, nuestra apertura a la opción de recibir el milagro y la fuerza de Dios Padre-Madre que entra en nuestra debilidad (frágil unión de sarmiento a la Vid), transformándolo todo, haciéndonos generar fruto.
Es la savia, el Espíritu Santo y Divino que nos equipa justo con lo necesario para la vida en abundancia; no es la fuerza de una palabra tallada en piedra o expresada en una ley. Es una dosis diaria de amor cargada con energía, con compromiso, con libertad interior, con verdad.
Savia equivalente a un profundo amor a la humanidad, al mundo, a la historia.
Savia que nos mueve a ser más humanos y a “hacer sentir al otro más humano”(1).
Savia que nos pone en camino para replicar el modo de Jesús, transformando al mundo:
— con cansancio después de darlo todo,
— con el dolor de quien sale a la intemperie, dejando la zona de confort para acompañar y compartir la vida,
— con la pasión puesta en la reconciliación, el cuidado recíproco, la esperanza,
— con la alegría y el buen humor por sabernos hijos amados, hijas amadas del Padre.
En los momentos en que la vida decide cambiar su vestido multicolor por uno de gris de duda; o cuando la tibieza del aire que respiramos comienza a tornarse gélida a causa de los problemas; cuando el “dong-dong” de la tristeza es lo que toca nuestra puerta; en el momento en que nos falta docilidad y apertura de mente… o cuando la audacia para dejarnos encontrar por Jesús haya dado paso a la huida. Solo tan solo si nos encontramos aferrados a la Vid, abandonados en manos del Viñador, solo ahí… podremos gustar de la maravillosa sorpresa que Dios Padre promete a los y las que se arriesgan por Amor, sin importar el entorno; llegando a gritar a todo pulmón y “con grande ánimo y liberalidad”(2): “Del Encuentro contigo, Señor, me he hecho encuentro para los demás”(3).
Permanecer, porque finalmente es la relación contigo, Señor, lo que importa.
Permanecer en el Espíritu de Dios que sigue corriendo, fluyendo dentro de nosotros, envolviéndonos en silencio, seduciéndonos sin trampa, susurrándonos palabras de amor infinito y enseñándonos a mirar el mundo y la vida con ojos nuevos.
Y… tú y yo ¿cuán aferrados estamos a la Vid para permanecer?
(1) “Tu Modo”. Poema de Pedro Arrupe sj.
(2) EE [5] Libro de Ejercicios Espirituales San Ignacio de Loyola.
(3) Anotación 5, Ejercicios Espirituales San Ignacio de Loyola.
* ¡Queridas amigas y compañeras de ruta, queridos amigos! Desde el primer domingo de Cuaresma, y hasta el último domingo del año litúrgico 2018, estaremos compartiendo con ustedes una reflexión sobre el Evangelio dominical. Con ello queremos visibilizar y compartir un comentario dicho por mujeres sobre la Palabra. Pueden encontrar todos los comentarios anteriores en Facebook, Mujeres Iglesia Chile, y en la página de la Revista Mensaje: https://www.mensaje.cl/category/noticias/iglesia/
** Imagen: Judith Schonsteiner.
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Fuente: https://www.facebook.com/MujeresIglesiaChile/