El motor estropeado como comienzo de la pregunta espiritual

La espiritualidad ejerce una fuerza de pregunta y transformación para cada ser humano, fuerza que emerge gracias al motor estropeado.

La literatura constituye un camino de profundización en medio del devenir humano. A través de la lectura de la puesta en escena de otra mirada a la realidad (la ficción) el lector puede encontrar imágenes, símbolos y experiencias del decir que le pueden ayudar a pensar qué significa, en el vasto sentido de la palabra, ser humanos. A partir de este breve marco, quisiera ofrecer algunas ideas en torno a qué significa que un motor estropeado pueda ser el comienzo de la pregunta espiritual y de la búsqueda en la espiritualidad.

Si las imágenes y las metáforas constituyen un espacio para cambiar el sentido de las cosas, tal y como lo indica Paul Ricoeur (1980), la imagen de un motor estropeado podría ayudarnos a pensar cómo la pregunta por el sentido de lo espiritual o de la espiritualidad precisa de imágenes simbólicas para expresarse. Lo sugerente de la metáfora viva, como la nombra Ricoeur, es que un implemento tan cotidiano como un motor y en un contexto discursivo literario, como puede ser una novela, un cuento o un poema, adquiere una potencia diferente o un exceso de sentido. La imagen metaforizada e incrustada en un discurso mayor abre un sentido distinto al cotidiano y puede ser utilizada para hablar de la espiritualidad, tal y como lo mostraremos en esta columna.

Específicamente estoy pensando en dos textos literarios: El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry (1943), y Blancura, del escritor noruego Jon Fosse (2023). En ambas novelas el elemento gatillador de su despliegue escritural está marcado por un motor estropeado: el de un avión, en El Principito, y el de un automóvil, en el caso de Blancura. ¡No haré spoiler! Intuyo que usted, amable lector, ya conoce El Principito, pero quizás no ha leído (o sí) Blancura. En cualquier caso, lea ambas novelas; y si ya las leyó, vuelva a leerlas.

El caso es que no deja de sorprenderme cómo la literatura va recurriendo a imágenes tan plásticas como un motor que falla para permitir que ese elemento gatillador determine las preguntas, las búsquedas y los encuentros de los personajes que sufren la afectación del motor, así como también las relaciones que ellos establecen con sus interlocutores. En el caso de El Principito es más claro.

No deja de sorprenderme cómo la literatura va recurriendo a imágenes tan plásticas como un motor que falla para permitir que ese elemento gatillador determine las preguntas, las búsquedas y los encuentros de los personajes que sufren la afectación del motor.

¿Qué posibles significados puede tener la metáfora del motor estropeado? Si la búsqueda espiritual es eso, una búsqueda, una pregunta, la toma de conciencia de una fractura o de un momento de ruptura en el devenir histórico de un sujeto, es interesante que el motor, es decir, lo que hace que algo se mueva, podría implicar la experiencia de que un movimiento se detiene y que es necesario abrir la posibilidad para reconfigurar los modos de funcionamiento de ese mismo motor. La espiritualidad no es sino una constante pregunta por el sentido, por el modo de vincularnos con el mundo, con los demás seres humanos, con la historia y con Dios. En este sentido, la espiritualidad no representa una experiencia intimista o desvinculada de la trama histórica, sino que es una pregunta que se lanza y una búsqueda que comienza a partir del motor estropeado. Cuando algo se fisura en nosotros aparece una pregunta y, al revés, la pregunta que se formula es signo de que hay algún elemento que se ha quebrado en nuestro relato.

La literatura con ello funciona como vehículo para manifestar las emociones de los autores y, en el caso de los lectores, aparece como un espacio para apropiarse de la experiencia de los personajes, de las tramas y de los autores mismos. La espiritualidad, con ello, ejerce una fuerza de pregunta y transformación para cada ser humano, fuerza que emerge gracias al motor estropeado.


Imagen: Pexels.

logo

Suscríbete a Revista Mensaje y accede a todos nuestros contenidos

Shopping cart0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0