Tras al menos cuatro años de negociaciones, el documento fue aprobado el miércoles 10 de abril. El acuerdo, calificado de “logro” por la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, espera ahora el voto del Consejo de la Union Europea (UE).
La tarde del miércoles 10 de abril, el Parlamento Europeo aprobó la reforma del “Reglamento de Dublín”, votando a favor del Nuevo Pacto sobre Inmigración y Asilo. En materia de inmigración, los gobiernos y la Unión Europea ya habían alcanzado un acuerdo de principio el pasado mes de diciembre. Ahora espera el voto favorable del Consejo de la Unión Europea, órgano en el que se sientan los representantes de los gobiernos de los 27 Estados miembros, cuya decisión se espera para finales de este mes.
En primer lugar, el Pacto introduce dos vías de solicitud de asilo. La primera, utilizada hasta ahora, prevé un eventual proceso de expulsión de varios meses. La segunda vía de solicitud de asilo —y esta es una novedad del nuevo documento— establece, en cambio, un proceso más inmediato de un máximo de 12 semanas, durante el cual los inmigrantes serán alojados en instalaciones especiales. La elección del procedimiento dependerá del perfil de cada sujeto, con un control especial en la frontera. Si la solicitud no es aceptada, los migrantes tendrán que ser repatriados o acogidos en “terceros países”, entre ellos Libia, Turquía y Túnez.
Una novedad será el mecanismo de solidaridad obligatoria, por el que todos los Estados están llamados a participar en la acogida. De hecho, se ha introducido la posibilidad de que los Estados que rechacen la entrada de personas paguen una cuota monetaria a un fondo común que se destinará a las repatriaciones. A partir de ahora, por tanto, la nación de primera llegada tendrá que recoger la solicitud de asilo, gestionar rápidamente a la persona y el expediente, pero podrá contar con la ayuda de los demás estados miembros, en términos de reubicación o de aportaciones económicas.
Se ha introducido la posibilidad de que los Estados que rechacen la entrada de personas paguen una cuota monetaria a un fondo común que se destinará a las repatriaciones.
La aprobación de la reforma ha sido aplaudida por las facciones moderadas de centro-derecha y centro-izquierda, pero también ha recibido fuertes críticas de las fuerzas de derecha e izquierda, que consideran las medidas demasiado blandas y desventajosas para sus países. Las reacciones de las organizaciones no gubernamentales también son dispares. Para ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados, el pacto representa un paso adelante para una mejor gestión de las políticas migratorias.
“Celebro la adopción del Pacto de la UE sobre Migración y Asilo por el Parlamento Europeo, un gran paso adelante hacia un sistema de asilo más eficaz y compartido”, escribe el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, Filippo Grandi, en X. Para Amnistía Internacional, sin embargo, el pacto traerá más sufrimiento humano. Las medidas de reforma no garantizarán la debida protección y respeto de los derechos humanos de los migrantes. Por su parte, Eve Geddie, directora de la Oficina de Instituciones Europeas de Amnistía Internacional, habla de “una oportunidad perdida para mostrar un verdadero liderazgo mundial en favor de la protección de las personas refugiadas y la construcción de vías seguras, justas y dignas hacia Europa en busca de salvación u oportunidades”.
Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.