El secretario del CELAM hizo un llamado a la misión pastoral en tiempos desafiantes

El 26 de noviembre, monseñor Lizardo Estrada Herrera, secretario general del CELAM, intervino en la segunda jornada de la LXXII Asamblea del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), que se viene realizando del 25 al 29 de noviembre en El Salvador. El Prelado animó a los obispos a ser «pastores con olor a oveja», «que cuidan y acompañan a las familias, a los pobres, a cada comunidad como tierra sagrada donde actúa la gracia de Dios».

La agencia de noticias del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) dio a conocer que monseñor Lizardo Estrada Herrera, secretario general del CELAM, presidió la Eucaristía en la segunda jornada de la LXXII Asamblea del Secretariado Episcopal de América Central (SEDAC), que se celebra del 25 al 29 de noviembre en El Salvador. Durante su homilía, el Prelado reflexionó sobre la primera Carta de San Pablo a Timoteo, destacando la misericordia y gracia transformadora de Dios, y exhortó a los obispos a un compromiso auténtico como pastores de la Iglesia.

LA MISIÓN DEL OBISPO

Asimismo, monseñor Estrada en su reflexión subrayó que la misión del obispo debe ser un fruto de la gracia divina, recordando que su elección no depende de méritos personales, sino de la voluntad de Dios. En un contexto de pobreza, injusticia y violencia, hizo énfasis en la humildad y cercanía pastoral, invitando a los obispos a vivir entre el pueblo de Dios y a estar al servicio de los más vulnerables. Citó a San Agustín: «Para ustedes soy obispo, con ustedes soy cristiano», y destacó que el obispo debe ser un «pastor con olor a oveja», cercano y solidario.

Monseñor Estrada en su reflexión subrayó que la misión del obispo debe ser un fruto de la gracia divina, recordando que su elección no depende de méritos personales, sino de la voluntad de Dios.

SER UNA IGLESIA SINODAL Y MISIONERA

El secretario general del CELAM también instó a los obispos a encontrar fortaleza en Cristo para enfrentar los retos sociales y políticos de América Latina, recordando la importancia de la compasión y el acompañamiento en tiempos de crisis. Enfatizó la necesidad de una Iglesia sinodal y misionera, donde la misión no sea un puesto de poder, sino una responsabilidad compartida en comunidad. Monseñor Estrada concluyó su mensaje haciendo un llamado a mirar la realidad con los ojos de Dios y a fortalecer la oración, el diálogo y el discernimiento, celebrando el encuentro fraterno en la Asamblea.


Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.

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