Eso le toca al cura

Todo el pueblo de Dios —no solo los curas— está llamado a cuidar del presente y futuro de la Iglesia, que son los jóvenes.

En el año 2022 el clero francés se sorprendió con la noticia de que el obispo auxiliar de Rennes, Iván Breint, apenas nombrado para el cargo, renunciaba por padecer burnout. A todos nos resulta familiar este término. Seguramente conozcamos a alguien que haya o esté quemado por vivir sobrecargado de trabajo o de estudio. Lo que a priori puede llamar la atención es que quien lo haya padecido sea un obispo.

Pero esto es mucho normal de lo que parece. Los curas o religiosos no estamos exentos de esta epidemia social. Ya hay un considerable número de estudios académicos, incluso libros que tratan el tema. Son diversas las causas y los motivos que contribuyen a esto. Pienso que algunas frases que he escuchado más de una vez son bastante elocuentes de lo que nos toca vivir en la pastoral juvenil y que tiene que ver con la falta de colaboración: “El cura te va a explicar mejor porque ha estudiado teología”; “tiene el verano y tiempo libre para acompañarlos porque no tiene que cuidar de los hijos”; “que se encargue él de gestionar las inscripciones y los dineros porque es el responsable”. La lista podría continuar.

Una de las últimas frases que nos ha regalado el Papa Francisco es la de “todos, todos, todos”. Rápidamente la prensa y los distintos grupos eclesiales la tomaron para darle su propia impronta. Un enfoque fue el de la diversidad. Se hizo hincapié en que la Iglesia es un lugar en donde todos caben, donde todos son necesarios y tienen un lugar y una palabra para decir. Esto es cierto y está bien. Lo que considero que también vale aclarar y enfatizar es que cuando uno es parte, no solo es acreedor de derechos, sino que surgen las obligaciones.

Una de las últimas frases que nos ha regalado el Papa Francisco es la de “todos, todos, todos”.

Todo el pueblo de Dios —no solo los curas— está llamado a cuidar del presente y futuro de la Iglesia, que son los jóvenes. Es necesario entonces una participación del conjunto para que el equipo funcione. Honestamente, no caigamos en la trampa de pasar el balón siempre a los mismos y luego decir que no llegan a meter gol.


Fuente: https://pastoralsj.org / Imagen: Pexels.

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