Sr. Director:
El mandato de Francisco tuvo momentos que implicaron un intento relevante de ampliar la acogida a comunidades humanas hasta hoy excluidas por la Iglesia, como el episodio de la bendición a parejas del mismo sexo. Ese fue un gesto precursor que abre la esperanza de un magisterio más vinculado a la vida real que a los dogmas.
También creo que su consideración hacia las y los migrantes, algo muy contraintuitivo en esta época, es un gesto emparentado con la historia de una Iglesia que se pone del lado de los marginados y vulnerables.
En acciones como esas puede insinuarse un legado de Francisco, en el sentido de haber señalado un camino por el cual el mundo católico debiera seguir transitando.
Yerko Ljubetic