Incendio en Curarrehue

Sr. Director:

A todos nos ha impactado la noticia del incendio del emblemático templo parroquial de Curarrehue, dedicado al mártir San Sebastián. Causa dolor e impotencia contemplar cómo en pocos minutos queda reducido a cenizas el esfuerzo de una comunidad cristiana que con fe, esperanza y amor han elevado un templo a la gloria de Dios. Casi sesenta años de historia se consumen en un instante.

Detrás del templo material está el recuerdo de su constructor, P. Francisco Valdés Subercaseaux, la belleza de su arquitectura y toda una vida de comunión de hermanos en Cristo. Por eso comprendemos el dolor y las lágrimas de los fieles y de los habitantes de Curarrehue. Además, muchas personas de distintos lugares de Chile han expresado su apoyo, su oración y también su disposición a ayudar a la reconstrucción del templo. Podemos reconstruir el templo porque la comunidad cristiana se mantiene viva. Y estoy convencido que en esta prueba ella se ha visto fortalecida en la fe. Ahora viene la etapa desafiante, no exenta de dificultades, pero hermosa de levantar de nuevo la Casa de Dios y de sus hijos.

Sigamos confiando en el Señor y pidamos la gracia de ser signos de fe en su Providencia, de esperanza en sus promesas y de amor a Él y a los hermanos.

+ Francisco Javier Stegmeier Schmidlin
Obispo de Villarrica

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