La migración sí es un derecho humano

Sr. Director:

Frente la decisión del Gobierno de Chile de no suscribir el Pacto Mundial para la Migración que promueve la Organización de Naciones Unidas, nos parece relevante abordar la afirmación, según la cual la migración «no es un derecho humano».

Hay suficientes argumentos para sostener lo contrario. Hay que considerar que en la Carta del Atlántico (1940) se consagra el «permiso a todos los hombres de cruzar libremente todos los mares». Luego, en la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) se consagra como ley internacional que «toda persona tiene derecho a circular libremente» (…) y que «toda persona tiene derecho a salir de cualquier país» (artículo 13). La cima de esta visión a favor del derecho a la migración es la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de la ONU (1951), la cual suspende el control de las fronteras por parte de los Estados en pos de un fin humanitario mayor. En esta misma línea, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), define la migración como aquel «movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas» (Glosario OIM, 2006: 38).

En Chile, se ha pretendido sostener que el Pacto Mundial para la Migración, que promueve la ONU, incentivaría la migración irregular.

Deseamos hacer precisiones. Respecto de los migrantes, el documento de la ONU reconoce el derecho de los Estados miembro a tener sus legislaciones propias, es decir, ella reconoce la distinción entre migrantes regulares e irregulares. Más aún, la OIM promueve que la migración sea regular, ordenada y segura. Y esto no es una cuestión antojadiza. Siendo la migración uno de los fenómenos que caracteriza nuestro siglo, según datos de la ONU, 60.000 migrantes han muerto desde el año 2000 hasta hoy en diversos desplazamientos. Entonces, la razón se funda en la dignidad del ser humano, para que exista un Pacto, es decir, un acuerdo mínimo —por cierto, no vinculante— que apunta a evitar la muerte de los migrantes, el tráfico, el maltrato, la discriminación, la intolerancia, etc.

Como investigadores y miembros de la sociedad civil interesados en este tema, nos parece sensato solicitar a las autoridades de gobierno que reflexionen y que cambien de opinión adhiriendo al mencionado Pacto.

Enrique Muñoz, Pedro Iacobelli, Patricia Guerrero, Raimundo Salas S.J.

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