La Santa Sede vuelve a blindar la Semana Santa ante el repunte de casos en Italia

Los Museos Vaticanos cierran desde este lunes y aún no hay calendario de celebraciones del Papa.

Roma se “blinda”, otra vez, de cara a la Semana Santa. El incremento de contagios, y de muertes, en casi toda Italia, ha llevado al Gobierno del país decretar nuevos encierros, que estarán vigentes hasta el final de las fiestas de Pascua. De momento, este lunes ya no han abierto los Museos Vaticanos, mientras todavía no se han publicado el calendario de celebraciones presididas por el Papa.

En un breve comunicado, la pinacoteca vaticana informa que, “conformemente a las medidas que el Gobierno de la República italiana ha adoptado para hacer frente a la emergencia sanitaria, se comunica que a partir del lunes 15 de marzo de 2021 los Museos Vaticanos permanecerán cerrados al público”. Del mismo modo, añade, “se confirma la suspensión de las actividades de interés turístico, museístico y cultural en las Villas Pontificias de Castelgandolfo”.

Está previsto el reembolso directo automático para todas las entradas o visitas guiadas ya adquiridas y reservadas para el periodo de cierre indicado anteriormente. El visitante, por lo tanto, no tendrá que presentar una solicitud formal de reembolso.

UN CERTIFICADO PARA IR A MISA

Más allá del cierre de las actividades culturales o turísticas, los ritos de Semana Santa volverán a estar afectados por las restricciones anti-Covid 19 en Italia, cuyo gobierno ha delimitado en zonas naranjas y rojas las distintas regiones en que se divide el país.

Esas áreas de riesgo involucrarán a toda la península, especialmente durante la Semana Santa: el encierro estará vigente hasta la vuelta del fin de semana de la conmemoración cristiana. En las zonas rojas será necesario un certificado para poder acudir a la iglesia.

NUEVAS RESTRICCIONES AL CULTO

En cuanto a las celebraciones de Semana Santa y del Triduo Pascual, las normas de prevención impuestas pasan a dar otra vuelta de tuerca a las restricciones que se han convertido desde hace mucho tiempo en algo normal para los fieles desde la reapertura de misas en mayo pasado: entre ellas, la limitación de acceso a celebraciones, las distancias y la obligación de llevar mascarillas, hasta los “termo-scanner” a la entrada de los recipientes de agua bendita vacíos, hasta comuniones repartidas en mano y sin filas ni tertulias.

La Santa Sede aún no publicó el calendario de celebraciones presididas por el Papa, pero es cierto que en toda Italia desaparecerá una tradición del Jueves Santo como la del “lavado de pies”, mientras que el destino de las calles será similar para el Vía Crucis (salvo excepciones) y las vigilias pascuales serán adelantadas a antes del toque de queda.

En este sentido, después de las directrices producidas por la Congregación Vaticana para el Culto Divino, ya el pasado 24 de febrero la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), dado las “orientaciones” litúrgicas para las celebraciones de Semana Santa, también sobre la base de los protocolos anteriores estipulados con el gobierno para la emergencia de Covid-19. “En primer lugar, se debe exhortar a los fieles a que participen en presencia en las celebraciones litúrgicas de conformidad con los decretos gubernamentales sobre los movimientos en el territorio y de las medidas cautelares contenidas en el Protocolo antes mencionado”, dijo la presidencia de la CEI en un comunicado.

NUNCA EN DIFERIDO. EL PAPA, EN DIRECTO

Además, se recomienda que cualquier reanudación en streaming de las celebraciones sea en vivo, nunca en diferido, y sea cuidada con la dignidad del rito litúrgico.

“Los medios de la CEI —a partir de Tv2000 y el circuito de radio InBlu2000— cubrirán todas las celebraciones presididas por el Papa”, señaló el episcopado italiano.

En el caso específico de las diversas liturgias, se sugiere que, para Domingo de Ramos, “se eviten las aglomeraciones de los fieles; que los ministros y los fieles tengan en sus manos la rama de olivo, y de ninguna manera haya entrega o cambio de ramas de mano en mano”. En cuanto a la Misa Crismal, que se celebre “el Jueves Santo por la mañana, o, según la costumbre en algunas diócesis, los miércoles a la tarde”.

Y en caso de que se impidiera “una importante representación de pastores, ministros y fieles”, el obispo diocesano considera la posibilidad de pasarla a otro día, dentro del tiempo de Pascua.

El Jueves Santo, en la Misa de la noche del Señor, asimismo, se omitirá el lavado de pies. El Viernes Santo, el Obispo introduce en oración universal una intención “para aquellos en una situación de aturdimiento, los enfermos, los muertos”, y el acto de adoración de la Cruz mediante el beso se limita al presidente de la celebración.

La Vigilia Pascual del Sábado Santo podría ser celebrada en todas sus partes como lo requiere el rito, “en horario compatible con cualquier toque de queda”. Finalmente, en cuanto a “las expresiones de piedad popular y las procesiones”, como el Vía Crucis, “que sea el Obispo diocesano el que ofrezca las indicaciones adecuadas”.

Sin embargo, la extensión de las áreas rojas impondrá un corte drástico incluso a esa tradición. (Jesús Bastante / ANSA)

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Fuente: www.religiondigital.org

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