Desde el gobierno se reconoce que los servicios forenses “son un desastre”, al tiempo que aparecen a diarios nuevas fosas comunes de personas asesinadas.
Si el gobierno del anterior presidente de México, Enrique Peña Nieto, negó la existencia del drama humanitario de los desaparecidos, el de Andrés Manuel López Obrador recién está comenzando a determinar la real situación. Se desconoce la cantidad de personas que han desaparecido y, con toda probabilidad, el número de casi 30 mil, que hasta ahora manejaban las autoridades, deberá incrementarse, acercándose a las estimaciones de las organizaciones de la sociedad civil, que cifran en 50 mil ese número.
Por otro lado, se admite que el país no cuenta con un sistema de servicios forenses, cuyo estado es desastroso por admisión del mismo gobierno. Cuando en estos días circulan las imágenes de uno de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa mientras es torturado por fuerzas policiales, lo que confirma una tesis sostenida desde los comienzos, el Ejecutivo admite que se desconoce la cantidad de fosas clandestinas en el país. No hay un registro de ello, tampoco se han aplicado métodos adecuados para la conservación de los cadáveres, se carece de personal capacitado, de infraestructura e incluso de cementerios forenses.
Todo esto supone, como en el caso de los familiares de los estudiantes de Ayotzinapa, una pesadilla en la que las autoridades primero niegan los hechos, luego amparan a los responsables, para sucesivamente revelar una cadena de errores ya irreparables. Decenas de miles de personas no saben qué pasó con su ser querido, muy a menudo secuestrado por bandas criminales con las cuales hubo tratativas para negociar un rescate para luego quedar sin mayores noticias del secuestrado. En México apenas el 1% de los casos de homicidio llega a la instancia judicial.
López Obrador ha determinado intervenir en la cuestión, destinando fondos para invertir en servicios forenses. El encargado de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación también agrega que se contratará personal y se adquirirá equipo. Por otro lado, se ha puesto en marcha un Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas. Son apenas algunos pasos iniciales pero que están lejos de afrontar el tema de la violencia en el país, que ha alcanzado niveles muy elevados. Una crisis negada hasta ahora. Ya será un paso importante reconocerla.
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Fuente: https://ciudadnueva.com.ar