Mucho más que una parada en boxes

Si paramos para volver a correr como locos hacia ninguna parte, esa parada no ha tenido sentido.

Es 378 kilómetros por hora la velocidad récord alcanzada por un coche de Fórmula 1. Gesta del finlandés Valtteri Bottas en el circuito urbano de Bakú. A esas velocidades y con una duración aproximada de dos horas, en una carrera, cada piloto para en boxes entre dos y cuatro veces.

Equipos de mecánicos altamente cualificados trabajan para que, en el menor tiempo posible, menos de tres segundos, el piloto vuelva a la carrera. En un circuito cerrado dan vueltas sobre sí mismos, a velocidades imposibles, sin llegar nunca a ninguna parte.

La pandemia, además de mensajes contradictorios (que si saldremos mejores, que si ha sacado lo peor de nosotros, que si juntos, que si cada uno a lo suyo…), nos deja un veredicto claro: íbamos muy rápido (y tenemos la tentación de volver a correr). Echemos la vista casi dos años atrás, a marzo de 2020 y, aunque sea doloroso y hayamos querido pasar página, recordemos lo que nos costó frenar. Se despoblaron las calles a la misma velocidad que se superpoblaba el mundo virtual: fue instantáneo.

El parón y el encierro en casa, y la posterior reanudación de la marcha (desescalada se le llamó) han dejado las agendas de psicólogos y terapeutas repletas. En la vieja normalidad tratábamos de alcanzar una velocidad récord, encerrados en carreras con nosotros mismos y con rumbo a ninguna parte.

Si la parada en boxes ha de ser lo más rápida posible, iniciar una terapia o acompañamiento psicológico requiere paciencia. Sin ser algo para siempre a priori ignoramos el tiempo necesario. Y es que, cuando no sabemos qué llevamos en la mochila tampoco sabemos cuánto tardaremos en sacarlo todo para ordenarlo otra vez. Porque la mochila, no nos engañemos, va a seguir ahí, pero de una manera nueva, siendo conscientes de lo que llevamos y habiéndolo mirado de frente.

Los mecánicos de Fórmula 1 trabajan con máquinas iguales (un Ferrari es igual a otro Ferrari y, seguramente, muy parecido a un MacLaren). El terapeuta trata con alguien singular de quien necesita conocer su historia y su manera de afrontar la vida. Aunque desde una perspectiva profesional se trata de un encuentro entre dos personas. Una que necesita ayuda y otra que tiene la capacidad y la voluntad para ayudar.

En Fórmula 1 el objetivo de la parada en boxes es volver a la competición lo antes posible. Reanudar la marcha y alcanzar de nuevo la velocidad óptima para completar una carrera a ninguna parte. Nuestras «paradas en boxes» no pueden ser así. Si paramos para volver a correr como locos hacia ninguna parte, esa parada no ha tenido sentido. Parar es una ayuda para salir de otra manera. Caminamos con la misma mochila, pero a otra velocidad. Quizá no a una velocidad récord pero sí a una velocidad humana que nos permite avanzar poco a poco hacia un horizonte que sabemos que nunca alcanzaremos.

Yo he parado y no quiero volver a correr, ¿y tú?

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Fuente: https://pastoralsj.org

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