Terrible situación de tensión. “La Iglesia católica de Nicaragua sufre el dolor del pueblo y siempre permanecerá a su lado, porque Jesús siempre estuvo cerca de los que más sufrieron”.
La reunión de los obispos de Nicaragua, responsables de llevar a cabo el Diálogo Nacional, que tuvo lugar el 23 de julio de 2018, fue muy exigente y, al final, no se emitió ningún comunicado de prensa, según la agencia de noticias Fides.
En la última participación de los miembros de la Conferencia Episcopal se reiteró que, a pesar de la situación cada vez más difícil, el diálogo debe continuar porque es la única forma democrática de vivir en paz en el país.
Si bien los ataques contra iglesias y parroquias en diferentes áreas no se han detenido, la Iglesia católica continúa la campaña de oración y está presente en manifestaciones populares organizadas para denunciar el asesinato de jóvenes en los últimos días.
Según la información local recabada por la agencia Fides, los obispos se reunirán por segunda vez esta semana para evaluar la posibilidad de continuar siendo mediadores en el Diálogo Nacional, pero la reunión analizará sobre todo la terrible situación de tensión. La prensa internacional critica fuertemente al gobierno por la cantidad de noticias falsas que quiere imponer pero que la misma población niega a través de las redes sociales.
El domingo 22 de julio, el Arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, presidió la Misa en la iglesia de la Divina Misericordia, lugar atacado por los paramilitares donde murieron dos jóvenes, por el acto de reparación después de la profanación.
La gran multitud de creyentes que estaban presentes vieron al Cardenal levantar su cruz pectoral diciendo: “Esta es nuestra única arma”. Además, con respecto a las acusaciones del gobierno a los obispos, dijo: “Todo es falso”.
Luego recordó que él mismo, al comienzo de la crisis, había ordenado a los sacerdotes que abrieran iglesias a los jóvenes “para que puedan convertirse en hospitales de campo, como lo pidió el Papa Francisco”.
También Mons. Báez, Obispo auxiliar de Managua, envió mensajes de Twitter a Fides: “La Iglesia católica de Nicaragua sufre el dolor del pueblo y siempre permanecerá a su lado, porque Jesús siempre estuvo cerca de los que más sufrieron”.
El Obispo presidió la celebración dominical en la parroquia de San Miguel Arcangelo en Managua, y en su homilía le dijo a la comunidad: “Como pastores, fuimos a lugares donde los jóvenes eran atacados, porque esto es lo que hace un pastor, no abandona a su gente”. Luego denunció: “No es cierto que los obispos tengan intereses políticos, si abrimos iglesias a los jóvenes que están heridos es porque las iglesias son refugios de caridad para todos”.
A través de las redes sociales, los obispos individuales han anunciado que el gobierno aún no ha decidido reanudar las sesiones de Diálogo Nacional, pero siempre se consideran mediadores porque nadie ha comunicado lo contrario. Según la prensa internacional, el gobierno aún no ha respondido a la solicitud de detener la represión contra los jóvenes manifestantes y contra los puestos de control en todas las ciudades del país. Si bien existe la propuesta de elecciones anticipadas, el propio Ortega dijo que no habrá elecciones.
A pesar de este clima, el lunes 23 de julio, en memoria de los estudiantes asesinados en la época de Somoza en esa fecha, se realizaron marchas en diferentes ciudades de Nicaragua. Las cada vez más numerosas manifestaciones contra el gobierno tienden a mostrar a los medios que estas personas no son solo jóvenes, sino familias enteras, campesinos, trabajadores, empresarios y muchas personas comunes. El lema de las personas que participaron en la marcha fue: “Si perdemos el camino correcto, estaremos como Venezuela, y no lo queremos”.
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Fuente: https://es.zenit.org