Se trata del padre Oliver Buba, de la diócesis de Yola, en el estado de Adamawa, secuestrado hacia la una de la madrugada del 21 de mayo en el refectorio parroquial.
Pocos días después del secuestro del padre Basil Gbuzuo, otro sacerdote fue secuestrado en Nigeria. Se trata del padre Oliver Buba, de la diócesis de Yola, en el estado de Adamawa. Lo ha hecho saber el obispo de Yola, monseñor Stephen Dami Mamza, en un comunicado —relanzado por la Agencia Fides— que precisa que el padre Buba fue secuestrado hacia la una de la madrugada del 21 de mayo, en el refectorio de la rectoría parroquial de Santa Rita.
El estado de Adamawa está situado en el noreste de Nigeria, mientras que el estado de Anambra, donde el padre Gbuzuo fue secuestrado el 15 de mayo, está situado en el centro-sur de Nigeria, no lejos de la capital federal, Abuja. Esto confirma que los secuestros con fines de extorsión son un delito generalizado en toda la federación nigeriana, incluidos los secuestros masivos, especialmente de estudiantes.
Los secuestros con fines de extorsión son un delito generalizado en toda la federación nigeriana.
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