“No se puede dudar del dolor de las personas que han sido seriamente abusadas”

En entrevista publicada en El Mercurio, el Provincial, Cristián del Campo SJ, abordó las acusaciones de abuso sexual y prolongados hechos de violencia que detalló teóloga Marcela Aranda en contra del sacerdote Renato Poblete.

“Les escribo esta carta a propósito de la denuncia contra el P. Renato Poblete Barth, SJ, la investigación en curso y, particularmente, a partir de la entrevista que la Sra. Marcela Aranda diera ayer lunes en televisión”.

La frase corresponde al Provincial de la Compañía de Jesús, Cristián del Campo, y forma parte de una carta que envió el martes pasado a todos los jesuitas del país, a propósito de denuncias de abuso que detalló la profesora de teología de la Universidad Católica —en entrevista con Mega— en contra del ex capellán del Hogar de Cristo, fallecido en 2010.

“Hoy día les escribo porque sé que muchos de ustedes se encuentran consternados y golpeados por los detalles de los abusos dados a conocer anoche”, continúa señalando en la misiva.

De las graves situaciones que relató este lunes la profesora de Teología se hace cargo la máxima autoridad de la Compañía en Chile, quien responde por escrito a las consultas de “El Mercurio”.

—Marcela Aranda acusa que padeció golpes, abusos sexuales con violencia, insultos, amenazas, coacción para abortar en tres ocasiones y haber sido llevada donde otros hombres, amigos de Renato Poblete, para que la violaran y le pegaran por turnos mientras él miraba. ¿Qué sintió en lo personal, y como provincial jesuita en Chile, al escuchar estas nuevas acusaciones?

—Esta denuncia la conocí en enero cuando nos fue hecha llegar. Me impactó profundamente leerla. Sentí desolación, estupor e indignación. Decidimos abrir de inmediato una investigación interna para que se pudieran esclarecer estos hechos tan graves. Se lo encomendamos a un abogado penalista, entregándole toda la autonomía para que hiciera las indagaciones y diligencias que considerara convenientes. Nos reunimos con la denunciante para expresarle personalmente nuestra voluntad de investigar a fondo, e hicimos un comunicado para informar a la opinión pública y acoger otras posibles denuncias. No podíamos revelar los detalles, porque era algo que solo la denunciante tenía derecho a hacer público. Por eso desde el principio nos referimos a delitos, como está señalado en el primer comunicado que emitimos.

—¿Le cree?

—Tal como se lo dije a ustedes mismos en enero pasado, no se puede dudar del dolor de las personas que se han sido seriamente abusadas. El testimonio de la Sra. Marcela Aranda es desgarrador. Hemos aprendido que las víctimas de este tipo de abusos demoran en elaborar y comunicar lo que han padecido. Pero lo fundamental es que haya una investigación para tener más antecedentes sobre esta denuncia y otras que se han recibido y las personas, contextos y circunstancias que los permitieron.

“TENGAN EL CORAJE DE APORTAR A LA INVESTIGACIÓN”

El 27 de enero, en entrevista con Reportajes de “El Mercurio”, la teóloga (53 años) habló por primera vez de las denuncias que realizó en contra de Poblete. Entonces dijo que buscaba verdad y justicia al hacer público su testimonio, sin entrar en las situaciones concretas de abuso que expuso ante la Comisión de Escucha, instalada en Chile por monseñor Charles Scicluna.

Días antes, la Compañía de Jesús había anunciado el inicio de una investigación preliminar —a cargo del abogado laico Waldo Bown— por hechos que se referían a “delitos y situaciones abusivas entre 1985 y 1993, de carácter grave en el ámbito sexual, de poder y de conciencia”.

Tras hacerse pública la denuncia de la teóloga, la Congregación comunicó que había recibido nuevas acusaciones en contra del sacerdote y en marzo anunció que, en un plazo de 60 a 90 días, se iba a presentar un informe completo del caso al Provincial.

Desde entonces, la gravedad y alcance de esta y otras denuncias, junto al silencio de algunas de sus autoridades, han puesto a la Compañía en el centro de las críticas.

—El ex director social del Hogar de Cristo, Benito Baranda, habló esta semana de una doble vida de Renato Poblete y se refirió a las presuntas violaciones de otros hombres contra Marcela Aranda, llamándolos a “que hablen y tengan el coraje de sacarse la capucha y de decir lo que pasaba”. ¿Lo identifican estas declaraciones?

—Esperamos que todas las personas que tengan información relevante tengan el coraje de aportar a la investigación para que podamos alcanzar la verdad y la justicia, tal como lo han hecho las personas denunciantes.

—La teóloga asegura que se contactó con el ex provincial Juan Ochagavía y le contó lo que le estaba ocurriendo, pero que, al no ayudarla, siguió padeciendo de abusos sexuales. ¿Cuán compleja es esta acusación?

—Es ciertamente un elemento muy importante de la investigación que se está realizando. He conversado con el P. Ochagavía y él ha entregado su testimonio al investigador respecto a la información que recibió y lo que hizo a partir de esa información.

—¿Cuándo estarán las conclusiones de la investigación eclesiástica?

—Tal como lo señalamos en nuestro comunicado del martes pasado, queremos que sea una investigación ágil, pero, al mismo tiempo, que sea rigurosa y no deje de hacer ninguna diligencia que sea pertinente. Y eso toma tiempo. Espero que en junio podamos tener un resultado.

—¿Es efectivo que hasta ahora han recibido quince denuncias en contra de Renato Poblete?

—Sé que hay más denuncias, pero honestamente no sé el número. Es una información que maneja el investigador y el comité de expertos que lo está asesorando.

—¿Han tenido algún contacto con el Ministerio Público por este caso?

—Sí, efectivamente, presentamos los antecedentes de la denuncia el día 21 de marzo ante la Fiscalía Nacional en la oficina de Derechos Humanos, Violencia de Género y Delitos Sexuales. Este es el canal formal que abrió el Ministerio Público el 2018, al cual acudimos, tal como hemos hecho en otros casos.

—La Compañía de Jesús, a través de su última declaración pública, indicó que las acusaciones en contra del sacerdote eran de la máxima gravedad y, por lo mismo, se indicó que acogían el dolor y sufrimiento de Marcela Aranda. ¿Qué antecedentes tiene la congregación respecto de estas nuevas denuncias?

—Solo que existen nuevas denuncias de abuso que ya ha recibido el investigador, Sr. Waldo Bown, lo que hemos comunicado públicamente. No cuento con más detalles, pues solo los conoceré al recibir el informe final.

“DESCONCIERTO, CONMOCIÓN, VERGÜENZA E INDIGNACIÓN”

—En el pronunciamiento de la Compañía de Jesús de esta semana se habló de la tristeza y abatimiento en que se encuentran como comunidad religiosa. ¿Qué mensaje entregaría usted a los sacerdotes jesuitas, los fieles, la opinión pública y los colaboradores del Hogar de Cristo?

—Al día siguiente de la entrevista en televisión a la Sra. Marcela Aranda, junto con el comunicado público que hicimos como Compañía de Jesús, envié una carta a los jesuitas, familiares y colaboradores, intentando acoger el dolor, la conmoción y la indignación que ha provocado conocer los detalles de la acusación. El centro del mensaje de esa carta es que la única manera responsable de enfrentar esta situación es poner todos los medios posibles para esclarecer los hechos, asumir las responsabilidades que correspondan y contribuir en lo que podamos a reparar el daño causado.

—¿Qué mensajes le han llegado a usted desde la comunidad jesuita tras las nuevas denuncias en contra de Renato Poblete?

—Desconcierto, conmoción, vergüenza, indignación y un profundo deseo de que se esclarezca la verdad. En medio del impacto que ha provocado escuchar un testimonio tan devastador, existe la convicción de seguir avanzando para hacernos cargo del daño que hemos causado, con acciones concretas que reparen y hagan justicia.

—¿Qué lecciones, hasta ahora, les deja este caso?

—Sin duda que las lecciones serán muchas. Pero habrá que conocer toda la información y las conclusiones de la investigación para hacer un examen riguroso y profundo de lo que ha permitido que situaciones tan graves de abuso pudieran haberse cometido por miembros de nuestra congregación.

—¿Cuánto escepticismo percibe hoy entre los fieles hacia la Compañía de Jesús en Chile?

—Me parece absolutamente comprensible que exista escepticismo. Como Compañía de Jesús, somos parte de una Iglesia que no ha estado a la altura de una institución que quiere proteger a los más vulnerables. Será un camino largo que tendremos que recorrer para recuperar la confianza de la gente.

—¿Qué sintió usted cuando el Gobierno decidió retirar y fundir la estatua del sacerdote, ubicada en el hoy llamado Parque de la Familia?

—Era una conversación que habíamos tenido desde el día en que comunicamos públicamente esta denuncia. Cuando supimos de la voluntad de retirar la estatua y cambiar el nombre del parque, lo apoyamos inmediatamente, pues nos parecía que era lo que había que hacer.

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Fuente: El Mercurio.

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