ONU. El apoyo de la Santa Sede a las misiones de paz y a los refugiados palestinos

Doble discurso de Monseñor Gabriele Caccia, representante del Vaticano ante las Naciones Unidas, durante la 77ª asamblea general en Nueva York: un “signo de esperanza” en el trabajo común entre países sobre cómo mantener la paz. Preocupación por la falta de fondos para la UNRWA y llamamiento al diálogo entre Israel y Palestina.

La paz no es solo “la ausencia de guerra” y solo puede lograrse alcanzando la justicia a través del diálogo, buscando la reconciliación y el desarrollo mutuo. En este marco, citando Gaudium et spes, Monseñor Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, enmarca el papel de las misiones de mantenimiento de paz de la ONU, en un discurso ante la Asamblea General de la ONU sobre el tema.

UN SIGNO DE ESPERANZA

Las operaciones de mantenimiento de la paz son, afirma, “un signo de esperanza”, porque solo mediante el trabajo conjunto pueden las naciones superar la “indiferencia globalizada”. El objetivo principal de estas operaciones es la protección de la población civil, tal y como exigen los Estados de acogida, pero que a menudo carecen de medios o de voluntad política para garantizarla. Solo entonces la operación tendrá la legitimidad y la credibilidad necesarias para ser aceptada por la población.

RESPETO DE LOS DERECHOS HUMANOS

Además, las semillas de la paz solo pueden crecer allí donde la dignidad de la persona puede florecer, y por esta razón la Santa Sede subraya positivamente que la mayoría de las operaciones de mantenimiento de la paz tienen un componente especializado en derechos humanos. También se aprecian los esfuerzos para prevenir y erradicar los incidentes de abuso y explotación sexual que se han producido en algunos casos en el pasado. “Tales violaciones”, dice Monseñor Caccia, “no solo violan la dignidad humana de las víctimas, sino que también reducen la confianza entre las misiones y las poblaciones locales”.

Las semillas de la paz solo pueden crecer allí donde la dignidad de la persona puede florecer, y por esta razón la Santa Sede subraya positivamente que la mayoría de las operaciones de mantenimiento de la paz tienen un componente especializado en derechos humanos.

PREOCUPACIÓN POR LA FALTA DE FONDOS EN LA UNRWA

En otro discurso ante la Asamblea General, la Santa Sede expresó su apoyo a la UNRWA, la agencia de la ONU de apoyo a los refugiados palestinos en Oriente Medio, especialmente en lo que respecta a su contribución a la educación de los jóvenes refugiados. Monseñor Caccia expresó entonces “su preocupación por la gran y creciente falta de fondos de la agencia, que amenaza con cortar la ayuda a los más vulnerables”. La falta de fondos también aumenta la pobreza entre los refugiados palestinos, fomentando una desesperación que puede llevar a la violencia.

CONDOLENCIAS POR LA PERIODISTA PALESTINA ASESINADA

La Santa Sede lamenta, en efecto, la escalada de violencia en Palestina e Israel y la consiguiente pérdida de vidas. En particular, se expresó el dolor por la muerte de la periodista católica Shireen Abu Aqleh el pasado mes de mayo, junto con la esperanza de que “al aportar la luz de la verdad” sobre su muerte, “su familia y sus allegados” puedan encontrar algún alivio.

COMPROMISO POR EL DIÁLOGO

La esperanza es que los líderes israelíes y palestinos puedan escucharse mutuamente con seriedad y respeto, entablando un diálogo y un entendimiento mutuo. A continuación, la Santa Sede reiteró la importancia de encontrar una solución para la ciudad santa de Jerusalén, pidiendo un estatuto especial, garantizado a nivel internacional, “en el que se compongan las diversas aspiraciones de forma armoniosa y estable”, de modo que “ninguna parte pueda anular los derechos de las demás”.


Fuente: www.vaticannews.va / Imagen: FreeImages.

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