Papa: Acción urgente por la justicia ambiental. La creación no es un campo de batalla

En un mundo donde los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, cuidar la creación se convierte en una cuestión de fe y humanidad. Este es uno de los pasajes del mensaje para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación 2025, que se celebra el 1 de septiembre, en el que el Pontífice recuerda la necesidad de que las palabras se conviertan en hechos.

Es un análisis crudo y profundamente realista el que el Papa León XIV presenta en su mensaje para la décima Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebrará el 1 de septiembre. El mensaje está dedicado al tema «Semillas de Paz y Esperanza», elegido por el Papa Francisco, con motivo del décimo aniversario de la publicación de la encíclica Laudato si’, que recuerda el Jubileo de la Esperanza que estamos viviendo.

«LA TIERRA EN RUINAS»

En el texto, publicado este 2 de julio, el Pontífice arroja luz sobre la situación en diversas partes del mundo donde la deforestación, la contaminación y la pérdida de biodiversidad son rampantes debido a la injusticia, la desigualdad, la codicia y la violación del derecho internacional y los derechos de los pueblos. «Nuestra Tierra», escribe, «se está derrumbando». De hecho, los fenómenos naturales extremos causados ​​por el cambio climático inducido por las actividades humanas están aumentando en intensidad y frecuencia.

La deforestación, la contaminación y la pérdida de biodiversidad son rampantes debido a la injusticia, la desigualdad, la codicia y la violación del derecho internacional y los derechos de los pueblos.

GUERRAS POR LOS RECURSOS NATURALES

La preocupación del Papa se agudiza al recordar que existen «efectos a medio y largo plazo de la devastación humana y ecológica provocada por los conflictos armados», lo que implica la falta de conciencia de que la destrucción de la naturaleza afecta, sobre todo, a «los más pobres, los marginados, los excluidos». «El sufrimiento de las comunidades indígenas es emblemático en este ámbito —señala León XIV—. En estas dinámicas, la creación se transforma en un campo de batalla por el control de los recursos vitales, como lo demuestran las zonas agrícolas y los bosques que se han vuelto peligrosos debido a las minas, la política de tierra arrasada, los conflictos que surgen en torno a las fuentes de agua, la distribución desigual de las materias primas, que penaliza a las poblaciones más débiles y socava la propia estabilidad social».

MANTENIENDO EL JARDÍN DEL MUNDO

«Estas diversas heridas se deben al pecado», escribe de nuevo el Pontífice. De ahí la invitación a leer los textos bíblicos que nos invitan a cultivar y cuidar el jardín del mundo, lo que implica «una relación de reciprocidad responsable entre los seres humanos y la naturaleza». Cuidar también significa hacer crecer semillas que luego broten con fuerza prorrumpente incluso en lugares inesperados. El Papa León enfatiza que «en Cristo somos semillas» de paz y esperanza; por el Espíritu, el árido desierto se convierte en un jardín de serenidad.

EL CUIDADO DE LA CREACIÓN, UNA CUESTIÓN DE FE Y DE HUMANIDAD

La justicia ambiental ya no puede considerarse un concepto abstracto ni una meta lejana, sino una necesidad urgente que va más allá de la simple protección del medio ambiente. De hecho, concierne a la justicia social, económica y antropológica: «Para los creyentes, además, es una necesidad teológica, que para los cristianos tiene el rostro de Jesucristo, en quien todo fue creado y redimido. En un mundo donde los más frágiles son los primeros en sufrir los efectos devastadores del cambio climático, la deforestación y la contaminación, el cuidado de la creación se convierte en una cuestión de fe y humanidad». León XIV recuerda entonces el proyecto «Borgo Laudato si’» en Castel Gandolfo, como ejemplo de cómo se puede vivir, trabajar y construir comunidad aplicando los principios de la encíclica Laudato si’».

En conclusión, la esperanza es que la encíclica del Papa Francisco siga siendo fuente de inspiración para que «la ecología integral sea cada vez más elegida y compartida como camino a seguir» y para multiplicar semillas de esperanza que ayuden a «custodiar y cultivar».

Lee aquí el mensaje del Papa para la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación.


Fuente: www.vaticannews.va/es / Imagen: Pexels.

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