Presentación del libro Francisco Correa y Benoit Mathot (eds.), «Discernir lo inaudito de la vida». Santiago de Chile, Ediciones del Pueblo, 2025.
El miércoles 9 de julio se presentó el libro Discernir lo inaudito de la vida, el cual reúne las ponencias del IV Coloquio Internacional de Teología, que fue organizado por la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y por el Instituto de Ciencias Religiosas de la Universidad Católica del Norte. En esta presentación, participó el Dr. Gonzalo David, responsable de la editorial Ediciones del Pueblo (casa editorial del libro); el Dr. Francisco Correa, uno de los editores del libro (Instituto de Ciencias Religiosas de la UCN); la Dr© Yenny Delgado (Universidad de Lausana), autora de uno de los capítulos del libro, y el Dr. Juan Pablo Espinosa, académico profesor adjunto de la Facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica de Chile, quien también escribió uno de los capítulos del libro.
El texto de esta columna es el texto leído por el profesor Espinosa en su intervención durante la presentación del libro.
En primer lugar, agradezco a los colegas, profesor Dr. Francisco Correa y profesor Dr. Benoit Mathot, el haberme invitado a presentar este libro en donde pude escribir un capítulo sobre la relación entre la Anástasis (resurrección) de Jesús y lo inaudito. Gracias, Francisco y Benoit, por invitarnos a pensar, año tras año, en torno a conceptos como la grieta, la espiritualidad, la descoincidencia, la teología débil, lo inaudito. Valoro esta teología fronteriza que se hace camino compartido a través de las huellas laterales del mundo. En segundo lugar, mi gratitud al profesor Dr. Gonzalo David y a todo el equipo de Ediciones del Pueblo, en donde he publicado varios de mis libros. Gracias, Gonzalo, por tu resistencia editorial, por ser espacio para mirar la vida, a Dios y a los seres humanos. Mi gratitud por ello. También una palabra de saludo a mi colega Yenny Delgado, con quien comparto esta mesa. Una anécdota muy breve. Cuando Yenny presentó su trabajo, también contenido en este libro, habló de la sabiduría de las mujeres de Abya Yala, que cuidan las semillas de un año para otro, porque en las semillas está la vida, está la resurrección, está la esperanza. Gracias, Yenny, por tu ancestralidad.
El capítulo que publiqué en este libro se titula «La Anástasis de Jesús: perspectivas semióticas en torno al acontecimiento inaudito del cristianismo»1. No es mi propósito repetir la totalidad del artículo. Invito a los lectores y lectoras a hacer la propia indagatoria en estos textos. Más bien me quisiera detener en la idea de la Anástasis y, desde ahí, tensar algunas ideas para mostrar cómo este libro implica, justamente, un ponerse de pie. Sí me gustaría dejar planteada la tesis del texto que escribí: la resurrección es inaudita, porque siempre se puede decir algo más sobre ella. Nunca la agotamos, siempre es nueva, es la vieja pregunta del cristianismo, pero con permanente vitalidad.
Los primeros cristianos fueron muy prácticos en su terminología teológica. Cuando ellos pensaron qué concepto utilizar para hablar del acontecimiento inaudito del cristianismo, la resurrección, utilizaron el concepto de Anástasis, que significa literalmente ponerse de pie luego de haber estado dormido. Cada día todos tenemos nuestra propia anástasis (con minúscula), cuando, después de haber dormido —bien, mal o más o menos—, y estando en posición horizontal nos pusimos de pie, literalmente nos incorporamos, y comenzamos nuestras actividades diarias. Aquí dos conceptos se suman: levantarse e incorporarse. Me detengo en ellos.
Lo que Benoit y Francisco están realizando desde hace seis años (este año, en noviembre, tenemos el VI Coloquio Internacional de Teología), es levantar la teología, democratizarla, abrir los ojos en la mañana y levantarse después de haber estado dormidos. Estos libros que se han publicado con Ediciones del Pueblo2, y los mismos coloquios internacionales de teología, son un modo de ponernos de pie y discernir por dónde va la voz del Espíritu que se mueve libremente (Jn 3,8). Y aquí aparece una paradoja: no es que el Espíritu libre (monstruosamente libre, diría) sea el problema. El problema somos muchas veces los cristianos y cristianas que queremos detener su fuerza disruptiva. Creo que la teología se nutre justamente cuando se deja al Espíritu ser Espíritu.
Segundo: el incorporar. Cuando uno se incorpora, física o corporalmente hablando, levanta el cuerpo para comenzar a realizar alguna actividad. Me parece relevante un gesto que Francisco y Benoit tienen en los coloquios internacionales, esto es, incorporar (permitir el movimiento) voces distintas a las teológicas. En nuestros coloquios hay psicoanalistas, filósofos, poetas, teólogos. Es una teología fronteriza, dialogante, dialogada, sin agendas, porque las agendas son tóxicas, porque las agendas vienen marcadas con mis gustos, mis intereses, no los de la comunidad humana. Incorporar, entonces, sería otra manera de hablar de la Anástasis de Jesús porque Jesús incorpora, asume, convoca. Así es Jesús.
Junto con ello, y entrando específicamente en el capítulo, creo que a la teología católica le falta profundizar más todavía en qué sentido la resurrección de Jesús es un acontecimiento que, despuntando en el pasado, atraviesa toda la historia hasta el futuro. El atravesar implica la presencia. Es un estar presente en el presente, no cayendo en el presentismo, tal como lo ha identificado el profesor Franco Rojas3, sino que es abrir desde el presente un espacio de lectura teologal, es decir, de cómo la vida, con la resurrección de Jesús, adquiere un sentido pleno.
A la teología católica le falta profundizar más todavía en qué sentido la resurrección de Jesús es un acontecimiento que, despuntando en el pasado, atraviesa toda la historia hasta el futuro.
Mi doctorado en teología trabajó esta conciencia pascual de que hoy se dan efectivamente signos y espacios de resurrección. Es relevante aquí señalar que la resurrección de Jesús, como tema de la teología, fue redescubierta en el siglo XX. Walter Kasper, en Jesús el Cristo, escribió que la resurrección no creó sistema como sí lo creó la cruz4. Francois-Xavier Durwell5 declaró que este redescubrimiento fue un verdadero cambio espiritual. De pasar a estar en las últimas páginas de los tratados de cristología, siendo un tema «casi obvio» en el siglo XX y con las grandes preguntas de este siglo crítico y dramático, la resurrección volvió a posicionarse dentro de los grandes temas de la teología. Por ello es importante volver a trabajar la cuestión de la Anástasis no solo como un momento en la historia de un sujeto, Jesús de Nazaret, ni tampoco solo como una cuestión concentrada en el fin de la historia.
Es necesario entender la resurrección de Jesús, el acontecimiento inaudito del cristianismo, en la lógica del tiempo actual. Entonces se podrán continuar levantando preguntas (anastasiando preguntas, «experimentando preguntas», diría la escritora argentina Remedios Zafra6): ¿qué significa hablar de la resurrección en medio del genocidio de Gaza?, ¿qué implicancias ecológicas tiene la resurrección de Jesús en tiempos de crisis ecológica?, ¿qué significa el cuerpo humano asumido en la Encarnación y resucitado en la Pascua en tiempos de la inteligencia artificial? Hay que tomar una posición. La resurrección es tomar posición, conciencia y sentido porque ella misma da sentido.
Y es en vistas a esto, mi propósito ha sido hablar permanentemente de ella, de la Anástasis-Resurrección, animándome a pensarla desde distintos focos. Este capítulo es una posible lectura, no la única y menos la última porque, a mi entender, la resurrección abre puertas y no es posible condensarla a una única palabra. Es la palabra que rompe todas las palabras, es la Palabra, con mayúscula, que botó la piedra del sepulcro, de los sepulcros cotidianos.
En tercer lugar, y finalmente, quisiera proponer una clave en torno a la Anástasis en tanto co-Anástasis. Me explico. En el ícono bizantino de la Anástasis, vemos como imagen central a Cristo descendiendo al lugar de los muertos y tomando de las muñecas a Adán y a Eva. Adán y Eva no pueden levantarse porque en el paraíso se culparon mutuamente, no siendo capaces de sostenerse mutuamente. Tiene que venir «el tercero» —diría Levinas—, que tiene que descender para levantar. La Anástasis se hace entonces co-Anástasis, porque no podemos levantarnos solos, porque el camino se hace compartido, así como es este libro fue y es fruto de un camino compartido.
La co-Anástasis, una categoría que estoy proponiendo y levantando en esta tarde con esta presentación, habría que continuar pensándola. Así mismo, y en un artículo de hace algunos años, postulé una anástasisgogía7, una pedagogía que nacía de la resurrección-Anástasis. Gilles Deleuze y Félix Guattari dijeron que el verdadero patrimonio de la filosofía era inventar conceptos: «La filosofía con mayor rigor, es la disciplina que consiste en crear conceptos»8. Quizás la teología también está llamada a proponer ficciones, relatos y narrativas que permitan continuar profundizando en el acontecimiento inaudito del cristianismo.
¡Buena lectura!
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1 Juan Pablo Espinosa Arce. «La Anástasis de Jesús: perspectivas semióticas en torno al acontecimiento inaudito del cristianismo». En Discernir lo inaudito de la vida. Editado por Francisco Correa y Benoit Mathot. 61-69. Santiago de Chile: Ediciones del Pueblo, 2025. ISBN 9798287833596.
2 Francisco Correa y Benoit Mathot (eds), Hacia una intranquilidad creadora: Diálogos interdisciplinares por una teología del Espíritu (Santiago de Chile: Ediciones del pueblo, 2022); Francisco Correa y Benoit Mathot (eds), Irrupciones, fisuras, procesos: A la luz del Dios de la vida (Santiago de Chile: Ediciones del pueblo, 2023).
3 Franco Rojas-Contreras, «El presentismo, un potencial problema teológico para la esperanza cristiana». Cuestiones Teológicas 52, n.º 117 (2025): 1-22. [Scopus] ISSN: 2389-9980 (en línea). Disponible en: https://doi.org/10.18566/cueteo.v52n117.a02
4 Walter Kasper, Jesús el Cristo, Obra completa de Walter Kasper 3 (Santander: Sal Terrae, 2013), 201.
5 Francois-Xavier Durrwell, La Resurrección de Jesús: misterio de salvación, 3.ª ed. (Barcelona: Herder, 1967), 18.
6 Remedios Zafra, Frágiles. Cartas sobre la ansiedad y la esperanza en la nueva cultura (España: Anagrama, 2021).
7 Juan Pablo Espinosa, «La teología como pedagogía del acompañamiento una reflexión desde el trabajo educativo en el contexto de pandemia», Revista Palabra y Razón 19 (2021), 55-76, https://doi.org/10.29035/pyr.19.55 (ERIH PLUS).
8 Félix Guattari y Gilles Deleuze. Mil Mesetas: Capitalismo y Esquizofrenia II (Vázquez, J. y Larraceleta, U. Trads.). (Valencia: Pre-Textos, 1997), 8.
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