Sr. Director:
La respuesta a la pregunta que titula este texto la da el mismo evangelio de Mateo, donde se hace referencia a que todos somos llamados a la santidad: «Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto» (Mt 5, 48). Da a entender que toda persona puede lograr un camino hacia la santidad. Lumen Gentium refuerza esta invitación: «Todos los fieles, de cualquier estado o régimen de vida, son llamados a la plenitud de la vida cristiana y a la perfección de la caridad» (LG 40).
¿Cómo se alcanza o logra esta santidad? La perfección se logra mirando, siguiendo a Dios. Tanto el catecismo de la Iglesia Católica como la constitución dogmática Lumen Gentium son enfáticos diciendo que «para alcanzar esta perfección, los creyentes han de emplear sus fuerzas, según la medida del don de Cristo […] para entregarse totalmente a la gloria de Dios y al servicio del prójimo» (LG 40).
Recientemente, hemos vivido el Día de todos los Santos. Ese día, la Iglesia nos ha invitado a profundizar en el evangelio de San Mateo, las bienaventuranzas (5,1-12), que declara la gracia de Dios para todo ser humano que busca el bien común y el desarrollo desde la igualdad y dignidad de las personas. Menciona que seamos bendecidos al dejarnos consolar por Dios, por aquellos que nos acogen. Vivir en la honestidad, no ser arrogantes. Humildes, en la dimensión del ejercer el poder de no caer en la tentación de ser más que los demás, dejar toda acción de agresión hacia los demás. Ser justos, la incansable búsqueda de la justicia por medio de relaciones buenas, correctas, crear una cultura que busque una buena convivencia social donde su centro es el bien común.
La santidad se expresa en la vida cotidiana. Es vivir el cielo en el ahora, con gestos sencillos como ser responsables en nuestras relaciones, de sentir y actuar en conjunto para luchar por una buena vida, ser protagonistas de las tomas de decisiones que se piensan para todo el país mirando más allá de nuestra individualidad. Es un nuevo modo de vivir, de construir una cultura donde se preocupa del bienestar personal y social, incluyendo el cuidado de nuestra casa común.
Gustavo Albornoz
Director Pastoral Universitaria UCSH