Sigamos desde nuestras casas de familia orando por la libertad no solo de los presos políticos, sino por la libertad de Venezuela, y que a toda esta situación se le encuentre lo más pronto posible una solución, porque nosotros y nuestra gente no aguanta más.
Me han hecho la invitación para presidir la Santa Misa en Acción de Gracias a Dios y a la Virgen Inmaculada por la liberación de algunos presos políticos, entre ellos Lenin, pero pediremos en esta celebración por la liberación de Wilca y de los 286 que faltan por recuperar su libertad y estar antes de que termine este año con sus familias.
No pierdan la fe ni la esperanza queridos familiares de todos estos hermanos nuestros venezolanos, yo no las he perdido de vista ni las perderé, porque si eso llegara a suceder, cosa que no creo, ahí sí me sentiría derrotado y el mal y la injusticia le estarían ganando al bien.
Miércoles 27 de diciembre, en la víspera de la fiesta de los Santos Inocentes, a las 11:00 am, nos vemos en La Catedral para celebrar juntos esta intención.
No podía decir no a tal invitación, porque ellos, los que hoy sufren en Venezuela cualquier situación son también, como dijo Jesús, mi madre y mis hermanos, y no tengo que esperar a sufrir en carne propia para actuar. Queridos hermanos venezolanos, dentro y fuera del país somos la gran familia venezolana y ahora, como Pastor de la Iglesia, debo velar por el rebaño que Dios me ha confiado, todos ustedes, mis ovejas. Heridas las ovejas, se siente herido también El Buen Pastor.
Por tal motivo nos vemos en La Catedral, y sigamos desde nuestras casas de familia orando por la libertad no solo de los presos políticos, sino por la libertad de Venezuela, y que a toda esta situación se le encuentre lo más pronto posible una solución, porque nosotros y nuestra gente no aguanta más.
Que Dios siga metiendo su mano y que nosotros, todos los venezolanos, en todo el mundo, muy pronto volvamos a despertar de esta pesadilla en la Venezuela de la libertad, de la abundancia, de la justicia y donde todos nos miremos como hermanos, a pesar de las diferencias que podamos tener y que siempre van a existir. Que nunca más nada ni nadie nos divida, porque unidos somos fuertes y divididos somos débiles, y juntos seguimos ganando puntos.
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Fuente: http://revistasic.gumilla.org