El nuevo presidente de la REPAM, el cardenal Pedro Barreto, dice que “estamos en continuidad con un kairós sinodal y amazónico”.
La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) presentó oficialmente su nueva presidencia el 9 de noviembre.
La nueva presidencia está compuesta por el cardenal Pedro Barreto como presidente, Dom Rafael Cob, vicepresidente, y el hermano João Gutemberg Coelho Sampaio como secretario ejecutivo.
El cardenal Claudio Hummes, hasta ahora presidente de la red, definió el momento como “un día muy importante para la REPAM y para todo el proceso sinodal que estamos llevando a cabo”. Guiado por Dios, como él mismo dijo, comenzó su trabajo en la Iglesia de la Amazonía cuando regresó de Roma, donde fue prefecto de la Congregación para el Clero. Ahora continúa este servicio a la Iglesia de la Amazonía en la presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía – CEAMA, “donde participan en igualdad de condiciones con hombres y mujeres, religiosos, indígenas, laicos, es un nuevo tipo de conferencia”, según Hummes.
El nuevo presidente de la REPAM, el cardenal Barreto, dice que “estamos en continuidad con un kairós sinodal y amazónico” que, según él, “busca escuchar, discernir y poner en práctica la voluntad de Dios, y este es un proceso que vivo con mucha gratitud a Dios”. En sus palabras, leyó lo que había experimentado en los últimos años de la asamblea celebrada en Puyo, Amazonía ecuatoriana, en abril de 2013, donde se sembró la primera semilla de la REPAM.
A esto le siguió la creación de la REPAM en 2014, Laudato si’, en 2015, la convocatoria del Sínodo en 2017, la visita del Papa a Puerto Maldonado en 2018, que él considera un pre-sínodo y donde comenzó la preparación, hasta el Sínodo de hace un año. En 2020 el Papa nos dio, dice Barreto, Querida Amazonía, y el 29 de junio, fiesta de San Pedro y San Pablo, se creó el CEAMA. Para el nuevo presidente, “ahora debemos caminar juntos, complementarnos, buscar estos nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral. En este sentido, la REPAM está llamada a ‘fijar nuestra misión en el territorio, al servicio de la Iglesia y del CEAMA’”, insiste el cardenal peruano.
Monseñor Rafael Cob afirma que se pone al servicio de su nuevo cargo, “para que sigamos siendo una Iglesia en proceso de salida, una Iglesia samaritana, una Iglesia profética, para que la REPAM siga siendo ese instrumento que ha demostrado, especialmente en el Sínodo de la Amazonía”. De lo que la REPAM ha hecho hasta ahora, el obispo del Vicariato del Puyo destaca “esta capacidad de coordinación, de articulación, de trabajo, de escucha, de contemplación, no solo de este mundo que Dios nos ha dejado, que es la casa común, sino de estos pueblos que caminan en la Amazonía, pueblos que necesitan este acompañamiento de la Iglesia, como pidieron en el Sínodo, que la Iglesia sea su aliada para defender la vida y los derechos de los pueblos que viven en la Amazonía”.
Desde el CELAM, su presidente, Dom Miguel Cabrejos, agradeció la trayectoria de la REPAM, que definió como “una obra de gran dedicación, entrega y sacrificio, que dio lugar a un Sínodo, un Documento Postsinodal, la Exhortación Apostólica Postsinodal Querida Amazonía y la Conferencia Eclesial de la Amazonía”. Desde el CELAM expresó su voluntad de colaborar, de caminar juntos, de seguir avanzando, con creatividad, siguiendo las inspiraciones del Espíritu de Dios, teniendo en cuenta la encíclica Fratelli tutti, la comunión, la sinodalidad, que todos tenemos como hermanos. A lo largo del proceso de renovación y reestructuración del CELAM, su presidente subrayó que está estrechamente vinculado a todos los trabajos de la REPAM y el CEAMA.
José Luis Azuaje, presidente de Cáritas América Latina, recordó las palabras del Papa Francisco cuando dijo que Cáritas es la caricia de la Madre Iglesia para sus hijos. En este sentido, el obispo afirmó que “ha habido muchas caricias de Dios para la Iglesia, especialmente en América Latina, y esta es una de ellas, el hecho de que estas instituciones (CEAMA y REPAM) se están formando y naciendo de la humildad y sencillez de las personas que se han interesado, y que nos estamos uniendo a ellas”. Según él, hay que destacar el trabajo en red de la Iglesia en América Latina, que hace posible “una obra más inclusiva, más encarnada en toda la región”.
El CEAMA y la REPAM son complementarios, según el cardenal Hummes, “seguirán trabajando juntos, compartiendo responsabilidades, pero no con trabajos separados”. En este sentido, los próximos pasos del CEAMA, que surgieron en la asamblea plenaria, con la participación de 250 personas, deben llevar a la concreción de “las cosas más urgentes y prioritarias que el Sínodo pone en marcha y que podemos y debemos comenzar a construir los caminos, los procesos”, afirma el cardenal, que ve como “el inicio del Plan de Pastoral Integral que el CEAMA está tratando de elaborar para toda la Pan-Amazonía”.
Barreto enfatizó la importancia de los juicios, algo que se había forjado desde que trabajaba en el departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM. Lo vio materializarse en la red eclesial de la Amazonía ecuatoriana, que fue la semilla de la REPAM, “buscando articular los grandes esfuerzos evangelizadores que se estaban haciendo, pero de manera muy dispersa”. El Cardenal destaca el apoyo del Papa Francisco en el momento de la creación de la REPAM, que se encargó de la preparación del Sínodo del Amazonas. En el Sínodo, “la fraternidad entre los pueblos indígenas y lo que ellos llamaban el hermano Francisco fue de gran importancia, lo que hizo posible la amazonización de Roma”, insistió el nuevo presidente de la red.
La asamblea celebrada en Puyo fue el momento en que se descubrió que “había una necesidad real de trabajo en red, que articularía todas estas confluencias de las Iglesias locales para responder a los desafíos concretos de nuestra Iglesia en la Amazonía”, según el nuevo vicepresidente de la REPAM. Para Dom Rafael Cob, “asumir esta posición es reafirmar la posición de servicio a favor de las personas que viven en la Amazonía y el camino de las iglesias en la Amazonía”. Define la comunión y la unidad como algo trascendental en la obra de la REPAM, la sinodalidad, caminar juntos, con un horizonte común, siempre con audacia, buscando con creatividad una Iglesia que siga abriendo caminos de comunión, de fraternidad, con ese espíritu samaritano y profético que debe tener la Iglesia.
La pandemia afectó gravemente a la Amazonía por su precariedad, ya que la región no era una preocupación para los gobiernos de los países, de acuerdo al cardenal Barreto. Según él, la REPAM, como muchas otras instituciones, está realmente preocupada por esta situación. En este contexto, el obispo Rafael Cob insiste en la importancia de visitar las comunidades, especialmente las más remotas, también las que viven en las afueras de nuestras ciudades, que piden a la Iglesia que no las olvide. Para el obispo de Puyo, “es muy importante que la Iglesia pueda vivir con ellos esta comunión y este dolor compartido”. Al mismo tiempo, subraya la importancia de la comunicación, a través de la radio y las redes sociales, para seguir dando motivos de esperanza, aliento y estar con ellos.
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Fuente: https://es.zenit.org