Refugiados sirios: La migración es un derecho humano

Sr. Director:

La reciente llegada a Chile de los refugiados sirios es un signo de los tiempos y una expresión del nuevo rol que, como país, nos corresponde asumir en esta hora de la historia. La migración, y el refugio como su expresión más dramática, es un hecho que pone de manifiesto el doloroso fracaso de no pocas naciones, y también de la comunidad internacional, que no ha logrado asegurar las condiciones básicas para que los hijos de una tierra puedan vivir y desarrollarse en paz en ella.

Quienes se han visto forzados a abandonar tierra, familia y su propia cultura por situaciones de grave pobreza y violencia son víctimas de este fracaso. Ofrecerles la acogida que merecen es reponer, al menos en parte, los derechos que les fueron conculcados.

Mientras algunos conciben que la migración constituye una amenaza, el papa Francisco, con intuición profética, ha asumido su defensa con la convicción de que se trata de uno de los asuntos más neurálgicos para nuestro tiempo. Él mismo ha propuesto a Caritas Internacional promover una campaña llamada «Compartiendo el Viaje», que pretende crear una gran cadena humana, de alcance planetario, de amor y misericordia hacia los migrantes y refugiados. Invitando a todos a promover un cambio de actitud, personal y colectivo, que supere la indiferencia y el rechazo, y descubra la belleza y la enorme oportunidad que la migración conlleva.

El desafío que, como sociedad, nos toca asumir en esta ocasión pone de manifiesto una dimensión más radical de la globalización. Migración y Refugio nos revelan un mundo en donde las fronteras no son el límite a la responsabilidad por el bien común que se hace concreto en el bien de cada persona humana.

Que el gobierno de Chile y ACNUR le hayan encomendado la gestión de este proceso a la Vicaría de Pastoral Social-Caritas nos otorga la oportunidad de colaborar en algo en lo cual la Iglesia está plenamente convencida, y que bien vale la pena poner de manifiesto cuando paralelamente se discute la nueva ley de migración. La migración es un derecho humano. Entendemos que necesita ser regulado para que se ejerza en las mejores condiciones posibles. Pero regular no es conculcar.

Galo Fernández Villaseca — Obispo Auxiliar de Santiago. Presidente del Instituto Católico de Migración INCAMI

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