La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) realizó un conversatorio online, donde trata los grandes desafíos que enfrenta la región de la Amazonía en estos tiempos de pandemia. En medio de esta grave crisis sanitaria, un llamado a la solidaridad, dignificación y escucha de los pueblos originarios.
Un llamado de alianza a todos los católicos: “Que la Iglesia hable de la Amazonía, que apoyen nuestra lucha para cambiar la realidad de nuestros pueblos”. Esta es la petición de José Gregorio Díaz Mirabal, indígena del pueblo curripaco, coordinador general de la Coordinadora de Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), durante su participación en el conversatorio “La Panamazonía en época de pandemia”, promovido por la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).
El conversatorio contó también con la participación del cardenal peruano Pedro Barreto, vicepresidente de la REPAM, así como de la religiosa brasileña Rose Bertoldo.
UNIRSE CON LOS PUEBLOS AMAZÓNICOS
El indígena Díaz Mirabal habló de la importancia que los lideres tienen en la cultura Panamazónica: “Cuando perdemos un líder es como cuando una Iglesia se cae, como si la Torre Eiffel, la Estatua de la Libertad o Notre Dame se destruyese”. En este sentido, llamó la atención sobre la falta de reconocimiento de los conocimientos indígenas, de su historia, haciendo un llamado a ser “mas solidarios con lo que esta pasando en la Amazonía”, sobre todo en estos momentos de crisis sanitaria. Con ello, llamo también la ayuda del Papa, a quien lo califico como “un ser humano que siente con los pueblos de la Amazonía, que los ha defendido con mucha valentía”. De ahí, el llamado a toda la Iglesia de unirse solidariamente con los pueblos amazónicos.
LA AMAZONÍA, EL PULMÓN DE LA TIERRA
Por otro lado, el cardenal Pedro Barreto dijo que, pese a los efectos de la pandemia, en la Amazonía “la dinámica, espiritual, eclesial, ecológica está en movimiento”. Con ello, el cardenal recordó que la Amazonía es el pulmón de la Tierra, y que todo esta conectado con ella, siendo “parte de una sola familia, la familia humana”. En ese sentido, denunció la grave crisis por la que pasan los pueblos amazónicos, y no solamente por la pandemia, sino por aquellos que los desechan y los acribillan.
“Los que no interesan al mundo, los que viven en la periferia, Dios los toma en cuenta en primer lugar, aquí está la revolución del Evangelio de Jesús”, afirmó el cardenal. Así mismo, enfatizó en que la renovación profunda se inicia en los pobres, “en los que no cuentan para la sociedad, pero sí para Dios, como protagonistas de una nueva visión”, cosa que la Iglesia ha iniciado a comprometerse. En ese sentido, el purpurado hizo un llamado a mantener la dignidad los pueblos originarios, escuchando sus propuestas ambientales y culturales, lo cual puede ser un verdadero aporte para tomar un nuevo camino tanto en la Iglesia como en la sociedad. Para ello, es necesario “un proceso de inculturación, encarnarse en y desde la Amazonía y los pueblos originarios”.
EL PAPEL DE LA MUJER EN LA AMAZONÍA
La religiosa brasileña Rose Bertold, por su parte, habló del papel de la mujer en la Amazonía, el cual se ha visto vulnerable en este periodo de la pandemia: la pandemia “ha causado sufrimiento, especialmente a las mujeres y las niñas, un sufrimiento muy invisible”. A partir de ahí, la religiosa denunció las múltiples formas de violencia familiar en la cual se encuentran muchas mujeres en este momento. En este tiempo de la pandemia se demostró que “el feminicidio se está extendiendo, mientras que los servicios para combatir la violencia doméstica, que deberían ser un servicio esencial, están cada vez más debilitados”.
Ante esta realidad de violencia, Rose Bertold enfatizó que “cuando se viola a una mujer en su dignidad, en sus derechos, es el cuerpo de Cristo el que es violado”. En este punto, dijo que la presencia de la Iglesia es esencial, pues “donde la Iglesia ha dejado de ser esta presencia, la explotación ha aumentado”. En la Amazonía, “no se puede pensar en la evangelización sin pensar en la cuestión de la violencia contra las mujeres, el feminicidio, la violencia contra los jóvenes, el abuso, la explotación sexual y la trata de personas que tiene lugar en estos territorios”, apuntó.
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Fuente: www.vaticannews.va/es