Briefing informativo desde el Vaticano.
Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación, ha dicho el lunes 22 de octubre, que las comisiones han estado trabajando en el documento final y la carta a los jóvenes, que se presenta el martes en la asamblea.
Durante una sesión informativa, la joven Henriette Camara, una guineana que representa a los scouts del mundo en el Sínodo, declaró que fue bienvenida “como si estuviera en casa”. Los jóvenes participantes en el Sínodo han “tejido una fraternidad”, y agregó: “dijimos lo que sentimos en lo más profundo de nosotros… esperamos que se tome en cuenta”.
El obispo David Macaire, arzobispo de Fort-de-France en Martinica, encontró que había en la Iglesia católica “una juventud hermosa” que quería construir la “civilización del amor”: “La Iglesia tiene cosas muy bonitas para dar… y tengo mucha confianza en esta juventud”, dijo.
Para el arzobispo Paolo Bizzeti, vicario apostólico de Anatolia (Turquía), “hemos creado un mundo donde los jóvenes tienen dificultades para vivir… donde sienten que no tienen lugar… tenemos que pedirles perdón”. Durante el Sínodo, aseguró, los padres “tocaron temas muy diversos” y fueron “puestos en contacto con la humanidad” gracias a las intervenciones “concretas” de los jóvenes.
El obispo Frank J. Caggiano, obispo de Bridgeport en los Estados Unidos, afirmó que los jóvenes “están totalmente involucrados para ser protagonistas de la misión de la Iglesia”, son la Iglesia “en el presente”, ha insistido. “El continente digital debe convertirse en un territorio de misión” y los jóvenes son los expertos, continuó, “los jóvenes están mejor equipados para evangelizar a los jóvenes”.
El salesiano Ángel Fernández Artime aseguró que este Sínodo no hablaba de ciertos jóvenes, de una “élite de jóvenes”, sino de “todos los jóvenes”. Lamentó la actual “falta de maternidad y paternidad”, una realidad a la que la Iglesia debe responder.
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Fuente: https://es.zenit.org