Siria. Monseñor Tobji: “Creíamos que el drama había terminado, pero la situación es oscura”

Continúan los ataques aéreos de las fuerzas de Damasco apoyadas por las rusas contra las milicias islamistas en el noroeste del país. La ONU habla de más de 200 civiles muertos desde finales de abril y de 270.000 desplazados a causa de la violencia. Entrevista de Vatican News con el arzobispo Maronita de Alepo.

Son 270.000 las personas desplazadas en la zona de Idlib, en el noroeste de Siria, donde desde el 30 de abril se intensificó la ofensiva de las fuerzas de Damasco, apoyadas por las fuerzas rusas, según informa la ONU. Cuando el país ha entrado en el noveno año de guerra, por los ataques aéreos en curso, se han registrado trece víctimas más en el último enclave islamista, controlado por movimientos atribuibles a la ex Al Qaeda siria, y en varias ciudades de las provincias de Alepo, Latakia y Hama. Entrevistado por nuestra colega Giada Aquilino, el arzobispo maronita de Alepo, Mons. Joseph Tobji, habla de los combates que aún continúan y explica que “la parte occidental de Alepo es una única zona con Idlib, y al norte de Hama”, aunque —precisa— la situación en la ciudad de Alepo “es bastante tranquila”. “El ejército sirio quiere retomar al terreno y avanza lentamente”, los milicianos anti-régimen, cerca de Turquía, “lanzan sobre Alepo o hacia Hama”: en esta situación, “hay muertos, heridos, daños materiales”.

LA ONU DENUNCIA EL BOMBARDEO DE INSTALACIONES MÉDICAS

A casi un mes del inicio de la ofensiva masiva de los gobiernos sirio y ruso, las Naciones Unidas han documentado la muerte de más de 200 civiles, mientras que la Unión de Organizaciones Médicas sirias, que opera en la zona, habla de 230 víctimas y más de 700 heridos. En particular, las Naciones Unidas y las organizaciones humanitarias locales e internacionales han denunciado el bombardeo de instalaciones médicas. Los campos de refugiados cerca de la frontera turca y varias escuelas también se vieron afectados. Imágenes de satélite recogidas la semana pasada, muestran campos quemados, huertos y olivares y grupos de edificios destruidos.

CONTINÚA LA POBREZA, PERO NO SE PIERDE LA ESPERANZA

La zona de Idlib y los distritos circundantes de Alepo, Hama y Latakia fueron incluidos en un acuerdo negociado el pasado otoño por Rusia y Turquía, que ahora garantiza que están en estrecho contacto para encontrar una solución política a la cuestión de Idlib. Pero sobre el terreno la situación no cambia, “creíamos que habíamos terminado este drama”, dice el arzobispo Tobji, pero seguimos viviendo “en la pobreza”: “humanamente viendo y pensando es oscuro, pero —concluye— no perdemos la esperanza en el Señor”.

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Fuente: www.vaticannews.va

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