Soy mujer, y mi Sí también sostiene a la Iglesia

A través de las diversas actividades que realizamos las mujeres, buscamos sostener el legado vivo de Jesús.

Evangelio del 29 de junio de 2025

Ambientación: Busca un lugar que te invite a mantener la tranquilidad y la serenidad, donde te puedas desconectar de los ruidos externos y te puedas conectar con tu interioridad. Intenta calmar tu mente, tu corazón y tus entrañas, dejando que el aire que estás respirando te pueda conectar con tú yo necesitado de cuidado y compasión. Te puedes ayudar buscando una situación que hayas vivido recientemente y que te haya producido paz, serenidad y calma. Puedes escuchar el canto «Te seguiré» del grupo Ixcís: https://www.youtube.com/watch?v=qPt-k1MsWFU

TEXTO ¿QUÉ DICE EL TEXTO?: MT 16,13-19

Jesús se fue a la región de Cesarea de Filipo. Estando allí, preguntó a sus discípulos: «Según el parecer de la gente, ¿quién es este Hijo del Hombre?». Respondieron: «Unos dicen que eres Juan el Bautista, otros que eres Elías o Jeremías, o alguno de los profetas».

Jesús les preguntó: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?». Pedro contestó: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.

Y ahora yo te digo: Tú eres Pedro [o sea, Piedra], y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia; los poderes de la muerte jamás la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos: lo que ates en la tierra quedará atado en el Cielo, y lo que desates en la tierra quedará desatado en el Cielo».

MEDITACIÓN: ¿QUÉ ME DICE EL TEXTO?

Jesús se encuentra en la región pagana de Cesarea de Filipo. En este lugar busca saber qué dice la gente sobre su persona. Podemos decir que Jesús trató de hacer un sondeo para recoger información sobre su identidad y de lo que él predicaba. Luego de conocer las diversas opiniones de las mujeres, de los niños, de las niñas, de los adolescentes y de los ancianos/as, que de seguro estuvieron presentes, se dirige directamente a sus discípulos y les dice: «Y ustedes, ¿quién dicen que soy yo?».

Esta pregunta de seguro que les descoloco a los discípulos/as, les sacó de su zona de seguridad, les movilizó a buscar una respuesta en lo profundo de su Ser, en su esencia más genuina. Esta misma pregunta hoy Jesús nos la vuelve a decir a cada uno de nosotros/as: «¿Quién soy yo para ti?».

Es un cuestionamiento que desarma nuestras respuestas automáticas, porque nos descoloca y nos conecta con nuestro ser necesitado, el cual nos lleva a hacer una pausa para tejer nuestros hilos interiores y elevar nuestro corazón y nuestra mirada la figura de Jesús, en donde encontramos las respuestas a la pregunta. ¿Cómo es tu relación/oración con Jesús?, ¿cómo te vinculas con Él y con los hermanos/as? En las relaciones intrapersonales e interpersonales comunicas quién es Jesús para ti. Por ello, es importante acoger, contemplar y armar nuestros rompecabezas interiores para ser hombres y mujeres integrados, generadores de Vida.

¿Cómo es tu relación/oración con Jesús?, ¿cómo te vinculas con Él y con los hermanos/as?

Analizando las personalidades de los discípulos/as, el más atrevido y honesto podríamos decir que fue Pedro. Sin embargo, tenemos que reconocer que en Pedro actúo la Ruah Divina, la cual le impulsó a decir: «Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo». Pedro, en el foro externo, devela la identidad de Jesús ante una audiencia pagana. Así, Pedro se convierte en un referente de seguimiento para el pueblo de Dios y para todo bautizado/a. Él es testigo del poder liberador de Jesús en su propia vida. De ahí que Jesús le replicó: «Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos».

Jesús, ante la confesión de Fe de Pedro, le muestra su misión: «Tú eres Pedro [o sea Piedra], y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». Pedro, al escuchar sobre esta responsabilidad, seguramente experimentó miedo, inseguridad, preocupación y ansiedad. Imagino que estaría temblando interiormente, porque es una reacción humana, innata, que todo ser humano experimenta al comenzar un nuevo trabajo o servicio. Pedro recibe la misión de ser piedra angular de la Iglesia.

Párate, para contemplar la figura de Pedro: ¿Qué rescatas de su personalidad? Ahora quiero que pienses en tu propia misión que estás realizando y te preguntes: ¿Me atrevo a creer que Dios me confía una misión, aunque me sienta frágil?, ¿qué buena noticia puedo llevar hoy a mi familia, a mis amigas/os, a mi comunidad?

Pedro es la figura visible de la Iglesia, quien en su actuar buscó crear comunión, encuentro, justicia y compasión. Tengo la plena convicción que en su servicio estuvo acompañado por mujeres, porque a través de las diversas actividades que realizamos las mujeres, buscamos sostener el legado vivo de Jesús. Por lo tanto, somos mujeres, y nuestro , también sostiene a la Iglesia.

Como mujeres tratamos de sostener e hilvanar las tramas más finas del dolor de la humanidad y acogiendo lo que Jesús le dice a Pedro: «(…) los poderes de la muerte jamás la podrán vencer». Es decir, en la comunión con Jesús no habrá división. No obstante, Pedro sufrió hasta llegar al martirio. Pero él buscó hacer vida lo que dice San Pablo en Gálatas 3, 28: «Ya no hay hombre ni mujer, (…) sino que todos somos uno en Cristo Jesús». Todos y todas colaboramos en la construcción de una Iglesia más humana y más samaritana. Por ello, en este tiempo nos urge rezar por el Papa León XIV, quien hoy representa a Pedro.

ORACIÓN: ¿QUÉ ME HACE DECIRLE A DIOS?

Jesús, gracias por tu cercanía, presencia en nuestros hermanos/as. Hoy te damos gracias por el Papa León XIV, que representa a Pedro. Te pedimos que le acompañes con tu gracia y sabiduría para que siga impulsando caminos de encuentro, que las resistencias presentes las transforme con su estilo de bondad. Haz que cada día se asome a su ventana la Esperanza, que no decline nunca en promover la paz y busque construir entornos seguros para todos/as, especialmente para los marginados, excluidos y vulnerables.

CONTEMPLACIÓN: ¿QUÉ ME DA A CONOCER?

Vuelve a leer el Evangelio, escucha el diálogo que tiene Jesús con el pueblo y sus discípulos, percibe a cada uno de los personajes. Te invito a mirar las relaciones interpersonales circulares que Jesús logra construir en la comunidad de discípulos. Él se siente libre para preguntar y cuestionar. Quédate y conversa con Pedro, dile que te enseñe su modo de seguimiento hacia Jesús.

COMPROMISO: ¿QUÉ CAMINO DE VIDA ME INVITA A TOMAR?

Nos disponemos a seguir caminando en sentido sinodal junto a tantos hombres y mujeres que desde los lugares donde se encuentran hacen brotar la alegría, la fuerza y el amor. Que nuestra voz interior nos siga haciendo vulnerables y sensibles para acoger las luces de la Ruah Divina, que nos recuerda de nuestro único fin es ser generadoras de Esperanza y de encuentro.


Imagen: Pexels.

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