La esperanza que queremos sostener en esta hora política: que la palabra vuelva a ser un lugar de encuentro y no de agresión; que el voto vuelva a ser un acto de esperanza y no de miedo. [También disponible en audio]
En las próximas elecciones lo riesgoso es que la desafección, la alienación y el descontento se transformen en el terreno fértil donde prosperen opciones que, sin cuestionar la democracia, debiliten profundamente sus cimientos. El peligro no radica en los fines declarados, sino en los medios previstos para alcanzarlos. Estos, en varios casos, subordinarían principios constitucionales básicos, como la separación de poderes y el respeto a los derechos fundamentales.
Son numerosas las amenazas a lo firmado. Para que lleve a una paz duradera y comprehensiva, resulta fundamental terminar con la guerra en Gaza. Es esencial avanzar hacia una solución integral del conflicto en la fórmula de dos Estados —Israel y Palestina— con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente.