Mientras la variante Delta, altamente contagiosa, está acelerando la difusión del virus en América Latina y El Caribe, el acceso a las vacunas sigue siendo un desafío para las autoridades sanitarias, en una región que, hasta el 10 de agosto de 2021, ha registrado más de 41 millones de casos positivos de coronavirus.
Hasta el 6 de junio de este año, solo Chile y Uruguay habían logrado vacunar contra el Covid-19 a más de la mitad de su población con al menos una dosis. Este dato contrasta con lo que sucede en Guatemala y Honduras, donde de cada cien personas solo una ha recibido la dosis completa.
Una pregunta crítica en esta pandemia es ¿cómo afrontar efectivamente nuestros déficits? ¿Cómo atacar enfermedades de base extendidas en nuestra población? ¿O una baja inversión en salud, con sistemas que no han permitido enfrentar la pandemia? ¿O es que la población no siguió las indicaciones preventivas?
Las desinformaciones sobre las vacunas, al igual que en otros temas, tiene efectos nocivos en la medida que aumentan las dudas de las personas sobre si vacunarse.
Los creyentes en Cristo viajamos en la misma barca, la de la Iglesia, y así somos miembros de un mismo cuerpo, pese a que nuestro individualismo nos empuje a pensar lo contrario.
En una declaración conjunta, los cardenales Tagle y Turkson piden el derecho a la vacuna para todos en esta pandemia y hacen un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que convoque una reunión extraordinaria.
Como sociedad estamos aún a tiempo de hacernos preguntas antes de convencernos de que el big data va a resolvernos la dificultad que supone comprender y elegir el bien en un mundo cada vez más complejo.
Gavi, la Alianza para las Vacunas, firmó un acuerdo con la farmacéutica francesa Sanofi y la británica GlaxoSmithKline, para proveer 200 millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 a la iniciativa COVAX.