El gran sueño y el gran ideal de Dios es este banquete en el que participen todos sus hijos, donde no haya distinciones, donde puedan quitarse el dolor y la muerte.
Si hemos participado del banquete del Rey, ¿después llevamos algo e invitamos a nuestros hermanos o nos comemos todo a solas? Domingo XXVIII del tiempo ordinario.
Lo importante son las disposiciones interiores de la persona que comulga: debe estar en gracia de Dios y ha de acercarse habiéndose preparado con la oración y acompañado de las buenas obras.
Un milagro conmovedor llevó a un Papa del siglo XIII a instituir la Solemnidad del Corpus Christi a la luz del dogma de la transubstanciación. Es así como esta Solemnidad se ha desarrollado en el Magisterio de los Papas en las últimas décadas.