El Evangelio que anunciamos las mujeres: Jesús quiere que seamos fieles a su palabra y que seamos testimonio del amor de Dios Padre Madre entre los que habitamos esta casa común.
La resurrección es un acontecimiento que opera, precisamente, en medio de los sepulcros de nuestra existencia: es allí, en los lugares de muerte, donde despunta la Vida que renueva la vida.
La oposición entre fe en la ciencia y fe en la religión tiene implicancias que van más allá de la desconfianza en las vacunas. Es la prueba de una visión falaz de lo que es la ciencia y de lo que ella puede prometer (*).
Con las lágrimas de nuestros ojos se nos lava el alma y queda liberada de todo lo que no puede, ni debe, ni quiere cargar más. Casi siempre, después de llorar, nuestra alma se siente más ligera.