Las escuelas del Servicio Jesuita a Refugiados ofrecen un lugar seguro en el que los estudiantes refugiados como Gharam recuperan la sensación de normalidad y pueden continuar con su educación.
Antes que las dos mil páginas de entrevistas a personal involucrado, publicadas por The Washington Post, lo revela un mínimo de sentido común aplicado a esta masacre legalizada.
La guerra no es con Colombia, la guerra debe ser contra el hambre, la desnutrición, la hiperinflación, el colapso de la salud, de la educación, la electricidad, el agua potable y de los servicios públicos en general.
Continúan los ataques aéreos de las fuerzas de Damasco apoyadas por las rusas contra las milicias islamistas en el noroeste del país. La ONU habla de más de 200 civiles muertos desde finales de abril y de 270.000 desplazados a causa de la violencia. Entrevista de Vatican News con el arzobispo Maronita de Alepo.