Un verdadero cristiano, tal y como hizo Jesús, no se puede callar delante de las injusticias ni dejar que estas pisoteen los derechos de los demás (ni los propios).
La Carta “Patris corde” de Francisco enriquece el Magisterio de los Papas sobre la figura de san José. Desde finales del siglo XIX hasta hoy los Pontífices han ofrecido hermosas y contundentes páginas que profundizan el misterio del “hombre en la sombra”.
Que este tiempo de Adviento sea un llamado a vivir en Cristo, tiempo de espera y también de esperanza, tiempo de anunciar a Jesús y ser testigos de Su presencia entre nosotros.
Al llamar a Jesús Señor, reconocemos que elegimos poner nuestra vida en sus manos, que es nuestro Dios, vivo, hoy, y eso es realmente más importante de lo que parece.