Monseñor Paul Gallagher alaba su “herencia inestimable de cultura y civilización”. El canciller del Papa aplaude que el país busque “darle características chinas a la globalización”.
Si los creyentes no tomamos en serio los gestos y acciones del Papa para transformarlos en una elocuencia real de nuestra vida, aparece con fuerza la sensación de incoherencia. Tal vez la mejor bienvenida sea tener el valor de ponernos en salida hacia las nuevas periferias para que, como Jesús, seamos capaces de itinerar hacia las periferias existenciales a fin de rendirlas más humanas.
Pone de manifiesto la generosidad de católicos y hombres de buena voluntad, y menciona también la participación de las iglesias de América en la realización de los proyectos y en el Consejo de Administración.
El cardenal Marx, sobre el proyecto común: “no se puede volver atrás”. “Europa, no te retires a tu mundo. No defiendas tu bienestar de forma que aparezca como un muro”.
El presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Santiago Silva, dedicó su editorial a reflexionar sobre la importancia de encontrarnos con el Papa Francisco, sucesor de Pedro, quien nos visita para confirmarnos en la fe.
El Papa anuncia su intención de modificar el punto 2267 del Catecismo. Admite que la Santa Sede “ha descuidado que debe primar la misericordia sobre la justicia”.
“Me las mostró san Juan Pablo II”, revela el purpurado. El Código de derecho canónico vigente en esa época, contemplaba que el Papa no podía renunciar sin la aceptación del Colegio Cardenalicio.
Pablo VI fue en 1968 y Juan Pablo en 1986. Según el programa, tras visitar la capital de Colombia, el Papa beatificará a dos sacerdotes colombianos en Villacencio.
¿Por qué la falta de entusiasmo y alegría? Seguramente, la decisión más importante que hemos de tomar hoy en la Iglesia y en nuestras comunidades cristianas es la de recuperar el proyecto del reino de Dios con alegría y entusiasmo.