Profundizar en nuestro ser y no limitarnos a lo superficial, donde todo encaja en los parámetros previos y podemos encontrar todas las explicaciones y razones necesarias.
Para promover hoy una teología para una Iglesia en salida hemos de ahondar mucho más en el conocimiento de la sociedad postmoderna, con sus tensiones, contradicciones e incertidumbres.
Camino puro para abrirnos al misterio. Lo más importante para orientarnos hacia Dios es invocarlo en lo secreto del corazón, a solas, en la intimidad de la propia conciencia.
Vidas sin voluntad de verdad real. ¿Se puede presentar como progresista una vida en la que está ausente la voluntad de buscar la verdad última de nuestra vida?
Aceptar en nuestra vida la presencia salvadora del Misterio. Abrirnos a ella desde lo más hondo de nuestro ser. Acoger a Dios como raíz de nuestro ser.
Si uno vive encogido por diferentes miedos o hundido en la desesperanza, ¿cómo se abrirá con confianza a un Dios que lo ama sin fin? Si alguien se encierra en su propio egoísmo y solo siente desamor e indiferencia hacia los demás, ¿cómo podrá abrirse a un Dios que es solo Amor?
Es propio de toda condición humana buscar su desarrollo, perfeccionarse y mejorar, pero “crecer como ser humano no significa querer salirse de uno mismo”.
“Él está aquí, no duerme”. ¿Qué misterio se encierra en Jesús para tener ese poder en el corazón de las personas? Cómo cambiaría la vida de muchos si le conocieran mejor.