Trabajó para el Servicio Jesuita a Refugiados siendo un joven jesuita en Nairobi, Kenia. El P. Martin relató su experiencia en “This is Our Exile: A Spiritual Journey with Refugees of East Africa”.
Que haya un solo niño o niña sin escuela ya es excesivo. El potencial de un niño que se desperdicia es una pérdida que la humanidad simple y llanamente no puede permitirse.