El representante del organismo en Nigeria, Peter Hawkins, muestra su alegría tras la liberación de las más de 200 colegialas secuestradas en Nigeria el pasado 26 de febrero y exige al gobierno que tome todas las medidas necesarias para proteger las escuelas del país.
La tarea de ayudar a las jóvenes a acceder a la educación, a tener oportunidades y a participar debería ir más allá del trabajo de organizaciones como el Servicio Jesuita a Refugiados.
Las participantes dijeron haber aprendido nuevos conceptos e ideas sobre educación, toma de decisiones, establecimiento de metas y aprendizaje entre pares.
El Centro del Servicio Jesuita a Refugiados Frans van der Lugt, entiende las necesidades de los refugiados sirios y ha desarrollado programas específicamente para jóvenes refugiados que quieren continuar su educación.
El Servicio Jesuita a Refugiados ayuda a las familias refugiadas a encontrar soluciones conjuntas que tengan como objetivo garantizar el bienestar de todas las niñas y los niños. Sobre todo, estas soluciones deben permitirles ir a la escuela, ya que la educación juega un papel clave en las situaciones de emergencia.
El Servicio Jesuita a Refugiados sigue garantizando que las niñas refugiadas reciban una educación. Los programas buscan ayudar a liberar todo el potencial perdido de niñas y mujeres en Kakuma, que está esperando a ser aprovechado.