La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada invita a personas de todo el mundo a responder al grito de paz de los niños de Siria, encendiendo una vela como lo hizo del domingo el Santo Padre.
El gobierno de Indonesia confirma los siguientes datos: cientos de personas han perdido la vida, 632 se encuentran heridas, 90 desaparecidas, 48.025 desplazados internos, y aproximadamente 1,5 millones de personas potencialmente afectadas.
La organización informa sobre la alarmante situación que vive este país, en el que 144 niños pierden la vida todos los días por enfermedades para las que existe tratamiento.
Niños y padres separados en EE.UU. por el “delito” de haber atravesado la frontera. Un horror que deja sus huellas en las familias que han sido divididas y que aún hoy no ha encontrado una firme solución.
El Centro del Servicio Jesuita a Refugiados Frans van der Lugt, entiende las necesidades de los refugiados sirios y ha desarrollado programas específicamente para jóvenes refugiados que quieren continuar su educación.
El Servicio Jesuita a Refugiados ayuda a las familias refugiadas a encontrar soluciones conjuntas que tengan como objetivo garantizar el bienestar de todas las niñas y los niños. Sobre todo, estas soluciones deben permitirles ir a la escuela, ya que la educación juega un papel clave en las situaciones de emergencia.
La organización expresa, a través de un comunicado, su gran preocupación ante la creciente oleada de violencia en el país, ensañada especialmente contra los más pequeños y frágiles de la sociedad.
Los recursos y servicios de Birmania son limitados. Los refugiados que regresan desde Tailandia podrían agravar la ya precaria situación de escasez en las comunidades desatendidas y exacerbar los conflictos intracomunitarios.
No hay manera de eliminar por completo los sentimientos de injusticia y dolor a los que muchos niños y niñas sirios están expuestos, pero podemos ayudarles en su esfuerzo por empezar de nuevo.